FRECUENCIAS
Si no me engaña el programa de Word este texto consta de 6 paginas, algo así como 3060 palabras, algo mas largo a lo que están habituados a leer de mi, así que si piensan empezar, suerte en soportarme seis paginas, algo así como 15 minutos, si no…ustedes se lo pierden.
“Mamá, ¿Por qué esa estación suena asi?
-por que no hay nada en ella
-¿y lo hubo?.
-quizás………”
Un hombre que por miedo hubiese atacado la radio del autobús ahora era sometido por tres hombres, que bien individualmente jamás lo superarían en fuerza, juntos lo doblegaban, tenían su rostro pegado al frio y lleno de bordos “piso” del autobús.
El chofer del autobús no había sufrido daño alguno, mas que el susto por ver aquel hombre aterrorizado tomar una de las pericas(herramienta) que tenia para arreglar el autobús en caso de daños, y destrozar el radio, mientras sonaba los anuncios de una marca de jabón dio su ultimo suspiro, mas bien, ruido de frecuencia, este dejo la llave caer, fue cuando los hombres lo sujetaron y derribaron.
El chofer del autobús observaba como aquel hombre joven ya no daba batalla, una ves muerto su objetivo ya no tenían por que temerle, pero ellos no lo sabían, pero por alguna razón el chofer del autobús les dijo que lo soltaran, que si trataba de hacer lo someterían de nuevo.
El hombre joven se levantó jadeando, los miró un tanto enfurecido, pero se calmó inmediatamente, tomó asiento, un hombre le retiró la mochila que llevaba, pero el hombre joven no hiso ningún gesto, solo se recarga en la agarradera que todo los buses traen en cada asiento, los hombres en rededor lo miraron asustados, se comentaba entre si con susurros que era lo que había sucedido, todo pasó tan rápido, ninguno había notado que se levantó hasta que escucharon el primer golpe.
-yo creo que la música lo ha de poner nervioso.
-no seas estúpido, no había música, era la radio, apenas iniciaba el programa vespertino de preguntas de JEFFRE, no creo que…
-la radio.
El hombre joven ya con la cabeza levantada mencionó, tenía los ojos llorosos, su respiración ya era normal, pero su mirada desolada mirando al simple vacio, causaba temor y preocupación a los presente.
-si necesita ayuda médica, yo puedo llevarlo en un taxi.
Un hombre viejo de cabellos grises, al menos 56 años, se ofreció a llevarlo, se sentó a un lado de el, el hombre se rio.
-ahí también hay radio.
-¿Qué tiene contra las radios?.
-yo nada, pero ellas…
Todos esperaron a que les contestara, por un momento sus ojos se inflaron, como una expresión de asombro, el hombre viejo le tocó el hombro, el hombre joven lo miró directo a los ojos, sus ojos parecían dos enormes canicas, el hombre viejo se asusto y casi se cae tratando de levantarse de prisa, se protegía entre aquellos jóvenes, el hombre sentado se volvió a reír.
-todo comenzó, hace mucho.
Un hombre ya había llamado a la ambulancia, a los loqueros, a todo el mundo, cada uno hablaba de que hacer con el, cuando el hombre joven se levantó, se incoó ante el chofer, uno lo sujeto del cuello pensando lo peor, el chofer le dijo que estaba bien, el hombre lo soltó.
-discúlpeme, no quise asustarlo, pero cuando escuche mis historia, lo comprenderá mejor, ¿quiere oírla?.
El chofer temiendo que sufriera otro taque si se negaba, le dijo que si con la cabeza, esperarían mientras llegara la ambulancia, entonces seria su problema.
A continuación el hombre da su relato.
Yo tenia 20 años, era estudiante de comunicaciones en la universidad de colorado, yo quería tener algún día mi propia estación de radio, para ello debía estudiar mucho, tenia que pasar cada examen, cada prueba, cada experimento, tener cada nota…era demasiada presión, la universidad no es juego como muestran en las películas.
Se acercaba la prueba final, tendría que armar una radio yo mismo y hacerla transmitir tanto en A.M. como en F.M., y aunque no lo crean si era difícil, pues debíamos usar elementos básicos de radio comunicación, aumentar una onda de radio que alcanzara cualquier frecuencia es…casi imposible.
-¿Por qué?, hay radios que pueden detectar cientos de miles.
-¡ja,ja,ja! Cientos de miles no es nada, hay trillones de frecuencias, no, mas que trillones, muchas mas.
Yo logre hacer una radio que alcanzaba cualquier frecuencia conocida, y también desconocida, ahora les platicare como.
Yo use los materiales mas básicos, pues no era de una posición económica muy alta, yo estaba becado, e de ahí que no podía ser fiestero como los niños ricos, así que me limite según con los materiales que contaba era de 20,000 frecuencias, pero había pocas probabilidades de lograrlo, cuando el aparato tosco estaba listo, no contaba mas que con dos perillas, una para el volumen y otra para cambiar las frecuencias, era de color negro, tenia los detectores con manecillas, no era digital, las bocinas eran monoraules, muy simple mi proyecto, cuando lo prendí me di cuenta de que requería calentarse, y como a la hora de la demostración no tendría tiempo de hacerlo, además de que ya no contaba tiempo para hacer otro, decidí convertirlo también para que usara corriente portátil, baterías, así que trabaja en los conductores externos.
Una terrible tormenta asolaba ese día a la ciudad, mi cuarto lo había sellado para que nadie ni nada me molestara, ni un solo ruido entraba o salía, así que no lo noté, mi ventana tenia cortinas por dentro y no había ningún árbol que al ser azotado me avisara, estaba aislado.
De repente toda la electricidad se fue, me quede a oscuras, lo único que veía era la llama de mi cautín, el sonido que la llama hacia, shuuuuuuuu, y el sonido de mi respiración, solo eso, trate de ver en la oscuridad, mis ojos se acoplaban y veían las siluetas fantasmagóricas de mi cama, mi mesa, mi radio, mi refrigerador , todo parecía diluirse entre una sombra macabra.
El radio comenzó a sisear, siiiissssssssssss, como el ruido que hace una serpiente, había encendido la radio, lo note por el fulgor de los foquitos había puesto en el encendido, trate de acercarme a ella, apague el cautín y lo sostuve con una mano y con la otra comencé a girar las frecuencias de mi radio, no había indicador de cual era la estación, aun tenia que calibrarla, podía escuchar el tronido de la perilla entre cada cambio, y a cada cambio solo otro siseo, me comencé a desesperar, no podía encontrar alguna estación que transmitiera algún sucio programa de preguntas estúpidas, como esas de las que regalan regalos innecesarios.
Por un momento me sentí observado en la oscuridad de aquel lugar no entendía por que pero me sentía merced de algo invisible, algo terrible, que no sentía, no tocaba, no olía, pero ahí estaba, trate calmar mi desesperación, me relajé y dejé un rato la radio, me senté en mi cama y coloqué mis manos en mi rostro, pensando en que reprobaría y me mandarían de nuevo a casa, no puedo volver como un fracasado, me decía, tienes que hacer funcionar el estúpido radio, me decía mientras me daba golpecitos en la cabeza, de repente algo que parecía una vos se escucho desde el radio sumido en la penumbra.
Me acerque ilusionado, esperando que no fuera mi imaginación, cuando me di cuenta ráfagas de luz se veían a través de mi cortina, como flashes, horribles truenos atravesaban mi muralla anti sonidos, me asuste realmente, pero no despegue mi mano dela aparato, apenas note una ráfaga de luz que salía del aparato cuando entendí que un rayo alcanzo el sistema eléctrico y llego hasta mi radio…y hasta mi, el impacto de la electricidad hiso que me sacudiera no se cuanto tiempo, entonces me aventó y azote contra la mesa, en un momento de semiinconsciencia logre ver que la radio cambiaba sola de estación, locamente sin que girara la perilla escuchaba los cambios en los siseos, entonces me desmayé.
No se cuanto permanecí dormido, solo se que el sonido en mi puerta me despertó, alguien tocaba, al menos eso creí , tocaba tres veces y luego se detenía 5 segundos, y tocaba de nueva cuenta, ese era el único sonido que podría entrar en la habitación, el sonido del toquido, me levanté sobándome la cabeza y aun mareado y desconcertado con lo que había pasado, no entendía ni recordaba bien, me acerque a la puerta y la abrí…
El hombre se queda pensando un momento, mira al vacio, los pasajeros le miran expectantes, escuchan su relato con gran atención.
-¿y luego?.
-nada, no había ni nada, ni nadie.
Estaba seguro que el ultimo toquido había sido apenas hacia dos segundos, así que no tenían tiempo para correr, el pasillo era muy largo, hubiera alcanzado a mirarles huyendo, entonces pensé que era de la habitación de enfrente, las circunstancias indicaba que era la única posibilidad.
-la habitación pertenecía…mas bien, no pertenecía, creí que ahí estaría mi amigo, el siempre jugaba bromas, así que ahora iría a reclamarle, estaba muy molesto y frustrado, le pediría que no me molestara, toque la puerta, no pasó nada, la toqué de nuevo, no paso nada, le grite por su nombre, pero tampoco me respondió, le volví a gritar mas fuerte, no había nada, ni siquiera note que en aquel enorme pasillo no había eco.
-¿Cómo que no había?, por las dimensiones que describes debía haberlo si no había nadie.
-lo se, pero no había eco, ni un solo ruido.
Por un momento me retiraba, entonces dentro escuche una vos, “no mami, no quiero a la escuela”, era la vos de un niño, me resultaba extrañamente familiar, volví a gritar, “¡no mami, por favor, no lo hagas, no el cuchillo no, el cuchillo no……………!
Espantado decidí abalanzarme sobre la puerta, al primer golpe se abrió, note que las bisagras estaban oxidadas, me sostuve en un pie hacia atrás, en caso de que alguna mujer con un cuchillo apareciera, no había nadie, entonces la vi, era la televisión de mi amigo, estaba encendida, me tranquilice al ver que no había sido mas que algún programa, la apagué, le busqué en el baño, estaba todo desordenado como siempre, un olor fétido me llego de la bañera, estaba una cortina ocultando la fuente del horrible olor, me tapé la nariz y temeroso de encontrar alguna cosa que mi amigo hubiese olvidado ahí, como calzoncillos sucios era horrible, pero estaba muy nervioso y debía confirmar, abrí las cortinas y casi vomite al verlo…era como rojizo, vibraba, parecía que respiraba, era no mas que una masa roja y podrida que trataba de acercárseme, Salí corriendo y cerré la puerta.
-hacia mucho que no veía a alguien.
Una vos suave y agradable me hiso girar la cabeza, por un momento mi miedo se fue, pensando que era alguna persona, pero de nueva cuenta no había nadie, me sorprendí y volví a sentir temor.
-hey, por aquí.
Me giré y vi algo horripilante, un rostro humano en el televisor, parecía que estaba en una especie de campo abierto, me miró, tenia los ojos verdes, tenía cejas cortas y despobladas, sus labios eran carnosos y rojizos, era un hombre muy atractivo.
-si, aquí en la tele, me da mucho gusto ver a alguien, ¿sabes que pasó?.
Quería correr pero no podía, mis nervios ya estaban torcidos a mas no poder, a penas podía observar a aquel rostro, sonriente, carismático, mirándome.
-no puedo salir de aquí, no puedo salir, ¿sabes que pasó?.
-no se a que te refieras.
-la radio, no puedo pasar por la radio.
-¿Quién eres?.
-aaaaa, curioso, déjame presentarme, yo soy el siseo que escuchas cuando no escuchas nada, en ese vulgar aparato, a si es, yo soy el que desoló esas frecuencias.
-¿desolaste?.
-por supuesto, amigo mío, no se como llegaste aquí, crei que esta frecuencia ya estaba muerta.
No entendía lo que aquel hombre me decía, pero me sentía tranquilo ante su presencia, me sonreía, era agradable verlo, quería…estar con el, quería estrechar su mano, era casi como si me hipnotizara.
-ha bueno, estoy seguro de que sabes como salir, ¿me dirás?.
-¿salir de donde?, no se de que hablas….
El hombre agradable tomo una expresión más seria, sus ojos verdes se tornaron rojos, sus labios negro, su cara, se estiraba como si fuera de goma, su cabeza se agrandaba hasta el grado de ocupar toda la pantalla, de las orillas del monitor comenzó a brotar sangre, pude notar como la cabeza se trasparentaba, detrás de la cosa había gente, gente muerte, devoradas, cosas parecidas que había visto en el baño, eran…habían sido…personas.
CONTINUARA...POR QUE ME DICE QUE ES DEMASIADO LARGO....QUE PENA
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Jue Ene 29, 2009 11:10 pm
