El misterio de la palangana

Hoy, se suponía que no podía ser un día normal (no recuerdo un día normal en esta casa), y este viernes no sería la excepción.
La mañana se presento nublada, un sol como de cinc intentaba abrirse paso entre las cenizas de un volcán, tan ajeno a nosotros como la normalidad. Los primeros gritos y ruidos del día no se hicieron esperar: -¡Levantateee!-se me hizo tarde, uff por que no me llamaste antes-Estoy desde las nueve llamándote, no me jodas….-maáa  alcánzame una toalla…-uff porque si te vas a bañar no llevas la toalla?-¿Dónde está mi cel?...y frases elevadas que son tan cotidianas como el café y que ya ni escucho.
Pero una hoy me termino de despabilar: ¿Dónde está la palangana?, cabe aclarar a los amigos extranjeros que una palangana es un latón, no muy grande que usan las veteranas para remojarse las  los callos de los pies, entre otros usos, claro está. Específicamente en mi casa, dicha palangana de plástico rojo descolorido por los años, se usa para colocar la ropa que se saca del lavarropas para colgar fuera.
-¿Nadie vio la palangana? ¿Quien la uso ayer?...porque cuernos no dejan las cosas en su lugar.
Eran palabras que salían, no con voz dulce, de la boca de Poe, que  quería colgar la ropa para así lavar más (aclaro: nuestra ropa).

Pero la palangana no estaba. Y comenzó su búsqueda ante la amenaza de: no les lavo más ropa.
Todos los supervivientes de una mañana agitada buscábamos la dichosa palangana, que por demás decirlo, tampoco es tan chica.
Ciudadano miraba debajo del sillón, subió a los techos por si algún viento le hubiera dado alas, Guille buscaba en la huerta, en el aljibe, y el gallinero; Candelaria buscaba en su cuarto, debajo de las camas, en el escritorio, y hasta en la casa del abuelo. Mientras yo investigaba en el baño, la cocina y el cuarto de Poe, alguna huella que me llevará a la bendita palangana que nos condenaba a una segura muerte lavándonos la ropa.
Pero nada, la cosa no aparecía. Guille tuvo la brillante idea de decir que quizás fue abducida por extraterrestres, lo que le valió que un limón recién cortado de la huerta le zumbara el oído.
¿Acaso Sofía y Luciana la hubiera usado para jugar?¿Pero donde la dejaron?.
Si bien esta casa es  un tanto grande y está bastante revuelta, no es tan fácil esconder una palangana, por demás que ya no nos quedaba lugar donde buscarla.

Resignados a tener que lavar y colgar la ropa, dejamos la búsqueda para  ir a otras tareas ;(no tan agradables por cierto), como destapar la grasera de la cocina, trasplantar los zapallos, otros hacer mandados, Poe a sus clases…y la ropa dentro del lavarropas porque no apareció la bendita palangana.


Y así paso la mañana del viernes….

Ustedes si que son un caso de escopeta... Me gustó mucho tu relato porque sé que es real y me permite saber, aunque sea por un minuto, cómo se vive en esa casa tan loca y tan especial que me hace desear vivir allí, al menos un día (eso es lo mínimo que requieren las regulaciones internacionales entre un hincha de Chacarita Juniors (San Martín) y un hincha de Rampla Juniors (Barrio del Cerro, Montevideo).
Un abrazo,
José

La palangana. Hombre, me gusta esa palabra, la usaba mi abuela. Es una palabra de abuelas y amas de casa en general. Y por fin, aparecio? La encontraron? Pudo haberla tomado prestada uno de esos magos de las mil y una noches que, buscando una alfombra voladora en su paso por Uruguay, encontro la palangana ahi, en el techo o en el patio de tu casa. Cuando era yo un pibe, muy pibe, jugaba a eso, a que la palangana de mi abuela era mi alfombra voladora, me encaramaba en ella y jugaba a que volaba. La jalaba yo de los lados y me balanceaba hacia un lado y hacia el otro, surcando, segun yo, las estrellas. Era una de esas palanganas de plastico.

En fin, como dice Antifaz: Leido y disfrutado!

Abrazo grandote para vos Mateo, que estes requeterecontrabien.

Capaz y esta donde quedan las medias que desapsrecen.

Gracias por sus comentarios...paso a explicar.

Como sabrán,un chico de mi edad y rango,un viernes a la mañana no suele estar en todas sus luces,casi es como ver un pingüino dentro de un garaje,perdido,sin noción de lo que pasa.
Pues bien,buscamos la famosa palangana como autómatas,el grito de o aparece la palangana o se lavan la ropa ustedes, fue como el encendido automático de varios cuerpos que por inercia buscaban la palangana sin logro alguno.
Y asi paso la mañana,la tarde..más despiertos y resignados a nuestro futuro.
Siendo aproximadamente las 19 horas de un viernes agotador,decidí estirar mi cansada humanidad en la cama.
(aclaro que el cuarto de los varones hay,dos camas,un ropero casi siempre vacío,mucha ropa sobre el piso,una silla,una cómoda y más ropa por el piso.El ropero queda frente mi cama,y fue en ese preciso instante,en el que me decidí a tomar una siesta antes de la cena que descubrí el misterio.
(En realidad lo había descubierto  hacia mucho rato pero un tema de orgullo personal y miedo a las posibles "puteadas" me hicieron callar)
Sobre el ropero,como una vecina chusma que mira todo lo que pasa ,asomaba la palangana roja,que la noche anterior había servido de canasto de basquet para embocar tapitas de botellas desde mi cama....pero que con el madrugon no me acordaba ja

Y después de toda su perorata con mi cuento usté me habla de cag...s??? Esta sí que fue una grande que casi lo deja sin calzoncillos limpios!
Otra cosa, qué es un chico de mi edad y rango...??? Por lo poco que sé usté ya no es ningún párbulo, en todo sentido de la palabra y en cuanto a rango, es que hay chicos cabos, tenientes y coroneles...?
Mire Mateo, mejor porque no se dedica a levantar un poco de ropa del suelo y le da un respiro a su pobre madre, que se está poniendo colorada por el berrinche? Las palanganas son pa' la ropa y las patas nomás...
Un abrazo rioplatense,
José

EYY DONDE QUEDO ESO DE QUE TODOS TENEMOS UN NIÑO DENTRO?,Y RANGO,AQUI EN MI CASA LOS RANGOS VAN :VAGO PRIMERO,VAGO DE SEGUNDA Y VAGO GENERAL...JA
UN ABRAZO