En el colectivo

Viajaba en el colectivo. Un trayecto de una hora. Iba sola entre mucha gente. En una parada vi subir a una anciana, ya que yo estaba cerca de la puerta de ingreso. Con pasos temerosos apoyada en un bastón de madera muy gastado lentamente se ubicó frente a mi.
Seguramente mi mente no tenía nada en que pensar así que puso antención en esa mujer de cabellos cortos tan blancos y con el rostro curtido por el tiempo y me animaría a decir por la vida al sol que le da un color muy particular a la gente de campo en la piel. Es así que sin poder mirar hacia los lados y teniéndola enfrente noté que tenía pantalón gris y una campera bordó, calzaba zapatillas.
Presentí mucha soledad y supuse que los años decidieron quedarse con ella para acompañarla. Empecé a imaginar cómo sería su vida, la veía tan frágil. No se si estaría acostumbrada a viajar sola, si sabría dónde bajarse y hacia dónde ir.
Me vi a mi misma en algún momento de la vida. Qué extraña sensación.
Vivir muchos años debe tener su ventaja. Morir antes supongo que también.

Tus escritos proporcionan siempre, siempre, algo para pensar detenidamente. Son, a pesar de su brevedad, muy reflexivos y profundos. Me encanta leerte, amiga.
Recibe mi saludo,
José

Interesante texto que incita a meditar,mas como dice Jaime, a nuestra edad, yo tengo 69 y se tienen tantas ventajas, la principal es el caudal de vivencias y experiencias que tenemos  que nos brindan claridad en el entendimiento, profundizaciòn en la fe, acierto en las decisiones, paciencia ante las actitudes ajenas. 
Precisamente, un equipo de adultos mayores en el corazòn del llano venezolano, trabajamos arduamente por diez meses para redactar una nueva ley para nosotr@s, con la finalidad de mejorar la presente que nos beneficia en muchos aspectos. Urge respeto y consideraciòn a los ancianos. La sociedad se deshumaniza cada dìa mas y mas y es necesario rescatar principios y valores  que se ha tragado la liberaciòn, el consumismo, las influencias negativas de los medios de comunicaciòn en general.
Aspiramos llegar a la edad màxima. Es mentira que estamos preparados para morir. Nadie quiere que se lo lleve la pelona porque como decìa mi madre: respirando aunque sea chinga.

Un gusto leerte. Gracias por subir este post.

Sin duda. Ojalá pudiéramos vivir muchos años y bien. Cómo me hubiera gustado tener a mis familiares más tiempo, especialmente a mi madre que se fue a los 49 años.
Gracias por los comentarios.
Nilda