La Felicidad

Qué nos deseamos cuando nos deseamos feliz cumpleaños, feliz navidad, felicidades?
Qué esperamos que le suceda al otro, que creemos que es su felicidad? El diccionario diría: “Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien” “Satisfacción, gusto, contento” Pero qué le complace a cada uno: tener un trabajo fijo, un auto, una familia, salud, viajar, sacar la lotería, tener un hijo, ser famoso,… Cuántas cosas podemos enumerar. Aunque nos parecemos porque buscamos la felicidad, no todos buscamos lo mismo. Incluso a veces podríamos querer el mismo bien ¿y entonces? ¿Qué pasa cuando dos o más personas aspiran, por ejemplo, un cargo x? si le deseo felicidad, le deseo realmente que obtenga ese cargo que yo también quiero? Intereses encontrados, se suele decir. Parece contradictorio, o no, no estoy muy segura.
También hay casos de personas que parece que lo tienen todo, que no les falta nada, pero no son felices. ¿Qué es para ellos ser felices? ¿Porque no pueden ser felices?
En algún lugar leí “la felicidad es un camino, no un destino” Tal vez esa sea la respuesta. Aspiramos la felicidad, la buscamos, pero no miramos lo que tenemos, no vemos más acá del horizonte deseado. La búsqueda nos hace perder esfuerzo, tiempo, nos lleva a pensar que si no logramos tal o cual cosa, no podemos ser felices. ¿Será así?
Por el contrario si lo que nos falta es vital, indispensable, como el alimento por ejemplo, ¿está mal ver más allá?
Me hubiera gustado escuchar a algunos filósofos de la antigüedad hablar del tema, en un mundo tan distinto al actual ¿qué será lo que entendían realmente por felicidad, a qué aspiraban para ser felices? Y si vivieran en esta época, sus puntos de vista serían los mismos? Siempre será un misterio porque ya no están y los filósofos actuales (los pocos a los que escucho, por eso me disculpo de generalizar) son tan parcializados, tan cerrados según sus propios intereses (políticos o religiosos por ejemplo). Aunque también escuché una vez, no recuerdo dónde y me llevó a pensar, que las personas no podemos ser objetivas en nuestras opiniones porque somos sujetos y no objetos por lo tanto somos subjetivos, parciales, ¿será cierto? Si es cierto, la característica central sería la intransigencia, no me gusta pensar que puedo ser intransigente. Quiero creer que puedo cambiar de opinión si los argumentos del “otro” tienen peso y derrotan a mis fundamentos.
Hace poco escuché por un caso muy difundido en todos los medios, que un delincuente robaba porque no podía tener el mejor celular o la notebook que otros tenían, entonces optaba por sacárselos. Algunas voces decían que debía trabajar y conseguir estas cosas por medios honestos, otros en cambio decían “pobre, él no tiene la culpa que otros tengan y él no” y yo me preguntaba entonces, ¿el culpable es el que tiene un celular que el otro no puede tener? ¿Qué será la felicidad para cada uno de estos sectores que opinaban? ¿Se puede ser feliz a costa del dolor de otra persona, o de hacer daño? Es complicado entender, siempre se corre el riesgo de equivocación.
La felicidad, una cuestión siempre vigente, siempre debatible. Mientras las personas seamos individuos únicos, irrepetibles, creo que también el tema será personal e interminable.

Gracias por tu reflexión Nilda... Has expuesto un tema peliagudo, el de la felicidad... Un a cuestión que roza lo espiritual y que circula según es nuestra actitud ante la vida. La felicidad un tema que da para mucho.