Estaban en mi vida desde hace años, eran adolscentes, hermosos.
Tenia una maravillosa relacion, soy una mujer madura, como no enamorarme de ellos,ella se llama Rocio y el Adricio.
Cuan perturbada me siento cuando estoy con ellos.
Los amo, los beso, los acaricio. Que extraño este triangulo amoroso.
Vamos a comer a los mejores restaurant, no hay una sola persona que no los mire.
Rocio tiene ojos verde, cabello aleonado y moreno.
El tiene ojos orientales y mirada penetrante.
Me pongo celosa, llaman mucho la atencion. Soy muy posesiva, si no los tubiera me moriria.
Les doi todos los gustos. En las noches de pasion nos compartimos los tres. No se cual quedarme, los miro extaciada cuando se hacen el amor. Me llaman, me acarician, me les uno.
Estamos hasta el amanecer uno en brazos del otro.
Nunca hablamos de amor, solo de sexo. Son tan jovenes,juegan con mis sentimientos, muchas veces lloro en silencio.
Yo emprendi este juego exotico.
Me vesti esa noche como una dama, en el fondo sabia que en el fondo iba matando su inocencia.
Prepare la mesa con lujo y esmero, yo los amaba, pero que hacer con tanto deseo y esa pasion que producia fuego en mis venas.
Me vesti con terciopelo negro, me maquille cuidadosamente, esa noche les iba a declarar mi amor.
Se puso a llover torrencialmente, no vinieron.
Pasaron quince dias, estaba desesperada, sola a las noches con mis manos me amaba.
Llegaron al atardecer de un domingo, ya no eran mis niños. Se sentaron alejados de mi,no me miraban.
Se agarraron fuerte de las manos y frente a mi se dieron un beso, se miraron y se dijeron te amo. mi mundo se derrumbo.
No me podia quejar yo les habia enseñado a amar.
Nos abrasamos como amigos y los vi alejar.
Volvi al restaurant sola, tenia pùesto solo un tapado de piel.
Se hacerco una belleza de muchacho, se sento en silencio y me pregunto por los Guepardos, estan en mi piel. Le pregunte su nombre, Eden me dijo.
Transpire, un calor entre mis piernas, me prostitui por el dolor de los Guepardos.