La cautela del zorro

Como el zorro que atraviesa el hielo, cuidadosamente, con cautela, así ha de proceder el hombre con el hombre, con cuidado de no mojarse el rabo; esta es la enseñanza de un viejo proverbio chino que no voy ahora a cuestionar por aquello de no ser suspicaz y de no renegar de la inicial confianza que uno ha de mantener, en principio, para con los demás. Ser cauteloso es mantener reservas mas no ser desconfiado pues las circunstancias de la vida nos obligan a ello sin que implique, necesariamente, malicia externa, pues no hay maliciosidad en la salvaje naturaleza que fuerza al zorro a proceder de tan astuta forma; con razón sobrada habremos de emularle cuando la alevosidad nos ronda amenazando con su ominosa presencia nuestra integridad (física y personal) y nuestra tranquilidad.




Adanhiel.

Muy buena reflexión. El día que el hombre ya no tenga necesidad de sostenerse cauteloso, ese día habrá aprendido verdaderamente de su ser superior, habrá transcendido el primigenio principio de la animalidad e instinto de supervivencia sintiendo que ya no es amenazado por las circunstancias externas... quizá algún día el hombre ...

Sí, mi querida Luhema, quizás un día el hombre ya no sea un lobo para el hombre... Haciendo hincapié en este deseo hemos de prosperar espiritual y colectivamente para tener que dejar de obrar como maese zorro.

Besazo.