FORMAS DE SER Y EXISTIR

Se dice del hombre callado y taciturno que es taimado y ladino, de poco fiar, y del parlanchín que suele ser de tendencia fanfarrona y chismosa, por eso es que ninguno de los dos extremos de la personalidad humana no sean tenidos en demasiada estima y sana consideración. Yo pienso que en esta oportunidad, como en tantas y tantas otras más, los polos, no es que se atraigan, pero sí se complementan.

Muchos de los callados son y están atentos con las actitudes de los que mucho hablan y estos últimos, en ocasiones (no demasiadas, pero se dan), toman cumplida nota del templado ejemplo que los primeros les brindan. Los dos, pues, callando y parloteando, han de prestar su particular escucho a la introspección y a la extrovertida conversación sacando esencial partido, tanto al ruido como al silencio. No debemos, entonces, despreciar ni prejuiciar tan arbitrariamente esos opuestos que, como ya digo, no tienen porqué seguir siéndolo, al menos en el radical sentido.

La persona callada, como la parlanchina, son como son por una cuestión de acendrada personalidad, para cada personalidad existen motivaciones de todo tipo y cariz, cuánto de buenas o de malas residen y se fomentan en ellos solo Dios y los propios protagonistas lo saben. No hemos de precipitarnos en tan injustos enjuiciamientos, las causas que a unos les incitan a callar pueden ser tan honorables y moralmente dignas como las de los habladores, y viceversa; mucho tenemos que aprender los unos de los otros, comportándonos de manera tan suspicaz e impulsiva malamente lo vamos a llevar para mejorar como persona. Lo penoso de todo esto sería que, tan prendados estemos de nosotros mismos, no comprendamos como es debido esa necesariedad, cuando lo que deberíamos de hacer es hacerla valer, respetándola, en suma... ¡respetándonos!





Adanhiel.

* NO HABLES, SI LO QUE TIENES QUE DECIR, NO ES MAS BELLO QUE EL SILENCIO.
* SI LA PALABRA ES PLATA, EL SILENCIO ES ORO.
* SE AMO DE TU SILENCIO Y NO ESCLAVO DE TUS PALABRAS.

--------------------------------------- PROVERBIOS -----------------------------------------------

Carísimo hermano:

He leído y entendido tu reflexión. Los proverbios que he citado, no lo son a titulo de sentencia por mi parte. Mas bien, los he presentado sólo como lo que son. Proverbios. Pero no por ello, he de subestimarlos.

En lo personal, prefiero al individuo de palabra cuidada y puntual. Pues no califica la cantidad sino la calidad, a mi humilde entender. Motivo por el cual, sospecho, no son muy bien vistos los parlanchines a diferencia de los mesurados en el hablar.

Así y todo, debo hacerte saber que he saboreado, palabra por palabra, tu interesante reflexión.

Recibe este fraterno abrazo.

Ah, amiguísimo, nunca el significado de unos sabios proverbios vinieron más a propósito para clarificar, sintetizadamente, lo que yo he intentado exponer a mi farragosa manera; y tú, como buen entendedor los has escogido con exquisito gusto y oportuna selección... Una vez más no me defraudas y cuanto más espero de ti no dejas de sorprenderme para bien de la estima que te tengo.

Como ser extremadamente prudente y reservado en el hablar que soy en la vida cotidiana el tema me toca muy en primera persona, de ahí que no diga por decir (y pensar que algunos por aquí me tachen de verborraico... ¡ja! Qué cosas); a uno le ha tocado y le toca escuchar muchas necedades pero de la paciencia de prestarles oído he aprendido a extraerles el jugo que parecen no tener en primeras y segundas impresiones, a esa destilación no pueden comparársele la lectura de según qué libros por lo que no me arrepiento de actuar como actúo ni de ser como soy. Ojala todo el mundo supiese apreciar tal comedimiento, así como la irrefrenable locuacidad de otros, que no siempre anda extraviada en el terreno de lo banal; como no es así hagamos por conseguir que esa utópica totalidad quede en un número al menos... ¿destacable? Ya estaría bien, ya; números en los que figurarías con nombre y apellidos, hermano, por supuesto que sí.

Que bueno que hagas uso de tu perseverante paciencia para seguir leyéndome y comentándome, razón de más para darle gusto mis inclinaciones filosóficas, poéticas y hasta antropológicas, si me apuras. ¡Tú sigue dándole cuerda al juguete hasta que se rompa! Que nadie habrá de recriminártelo ja, ja; y si hay alguien ese no seré yo.

¡Encarecido abrazo, mi fiel Sancho!

Sólo espero que nuestro reloj tenga cuerda para un rato laaaaaaargo, querido amigo.
Y que nunca nos falten nuestras palabras. Que por pocas o muchas que parezcan, son la luz que ha de alumbrarnos.

¡Encarecido abrazo, Mi Señor! ¡¡ Jajajaj !!

PD. A ver cuando me convidas con otro orujillo de Potes.!!!

¡Vive Dios que así habrá de ser! Que largos tornen los días y más largas aún las noches para que sean atónitos testigos de los eternos chispazos de luz que genera el solo roce de nuestros emotivísimos encuentros compuestos de verdad hecha letras y de letras henchidas de verosimilitud espiritual y tierna afectividad, hermano.

Estoy por mandarte un par de cajas de ese orujillo milagroso que los dos sabemos, pero acto seguido tendría que ir a una sesión de Alcohólicos Anónimos para descargar mi conciencia por haber enviciado a un amigo en tan etílica senda, ja, ja.

¡Otro abrazo del vellón! (aunque eso sería casi como desvalorizarlo)

Citación :

La persona callada, como la parlanchina, son como son por una cuestión de acendrada personalidad, para cada personalidad existen motivaciones de todo tipo y cariz, cuánto de buenas o de malas residen y se fomentan en ellos solo Dios y los propios protagonistas lo saben. No hemos de precipitarnos en tan injustos enjuiciamientos, las causas que a unos les incitan a callar pueden ser tan honorables y moralmente dignas como las de los habladores, y viceversa; mucho tenemos que aprender los unos de los otros, comportándonos de manera tan suspicaz e impulsiva malamente lo vamos a llevar para mejorar como persona. Lo penoso de todo esto sería que, tan prendados estemos de nosotros mismos, no comprendamos como es debido esa necesariedad, cuando lo que deberíamos de hacer es hacerla valer, respetándola, en suma... ¡respetándonos!

TODO TIENE UN POR QUÉ.

Indaguemos pues en ese PORQUË de las cosas y los seres, será una dedicación, un esfuerzo bien invertidos ya que somos lo que somos (para mal y, ante todo, para bien) por esa necesidad desentrañadora que agranda nuestros horizontes sepultando las ancladoras y desfasadas supersticiones, que no las elevadoras creencias.

Saludos y besos, a elegir te doy lo que más gustes, guapa.