La Secta

Cuento del maestro Landriscina:

Había un pueblito pequeño en el interior argentino.
Gente muy religiosa, y como tal, siempre estában aquellos que querían ser más papistas que el Papa.
Uno de ellos, que se autodenominaba el pastor Jacinto, en realidad no era pastor, pero él se sentía así y hasta había conseguido algunos seguidores entre la población del lugar y sus cercanías.
De pronto empezó a decir que él era como Jesús. Una versión más moderna, pero al fin y al cabo sentía que era Jesús y tomó de entre sus discípulos a los 12 más comprometidos para hacerlos sus apóstoles.
Andaban por todo el pueblo vestidos con sábanas blancas a modo de túnicas, y hacían caso omiso a las risas y burlas de los otros habitantes del lugar.
Faltando poco tiempo para Semana Santa, en una de sus reuniones, el pastor Jacinto le dijo a sus apóstoles que en esa fecha, quería repetir al pie de la letra los pasos de Jesús y entonces deseaba que lo mataran.
Hubo un gran alboroto entre los apóstoles, porque aún en su fanatismo, pensaban que el pedido del pastor excedía todo lo permisible y hubo muchas discusiones. Pero el pastor era terminante. Una y otra vez insistía en que debía seguir los mismos pasos que Jesús y les pedía que lo traicionaran y lo mataran.
Esa noche terminaron la reunión muy tarde, y, mientras se retiraban, los apóstoles aún debatían entre sí su deber de obediencia ante los deseos del pastor. Hasta que uno de ellos puso un poco de cordura a la conversación y sugirió ir a consultar al comisario del pueblo, temprano a la mañana siguiente.
Los otros parecieron encontrar bastante sentido en esta propuesta, y se plegaron a la sugerencia.
A la mañana siguiente, todos fueron para la comisaría, donde el comisario los miraba curioso, de arriba a abajo. El que tuvo la idea se adelantó un poco y dijo:

- Comisario, nosotros somos los...

- No se moleste..., ya sé quienes son ustedes. Qué los trae por aquí?

- Bueno..., resulta que la nuestra es una consulta algo inusual, pero nuestro líder, el pastor Jacinto, quiere seguir al pie de la letra los pasos de nuestro señor Jesucristo esta próxima Semana Santa.

- Sí..., Y?

- Bueno..., es que él nos pidió..., estee..., nos pidió..., bueno..., que lo traicionemos y lo matemos...

El comisario se quedó un momento pensativo, rascándose la barbilla y después de un momento le dijo:

- Está bien, métanle nomás...

- Cómo?

- Qué sí, que lo hagan. Dénle pa' adelante!

- Pero...

- Se los digo yo. Ustedes hagan lo que tienen que hacer!

Los apóstoles se quedaron dudando, azorados, pero como lo decía el comisario... Y así se fueron encaminando despacito hacia la puerta. Cuando estaban a punto de salir, el comisario agregó como al pasar:

- Eso sí... Si al tercer día no resucita, les aclaro que van todos en cana!

jajajajajajjaajjaaja muy bueno
saludos

Gracias por la visita Martín. Saludos,
José

jajajajajajaaja buenoo!!

Gracias por tu visita Karla. Saludos,
José