ALGO TENIA ADENTRO

ALGO TENIA ADENTRO

Sentí una picazón en la lengua, como si en el agua del vaso hubiera algo toxico.
Tiré al retrete el contenido de la botella y me olvidé del episodio.
Por la noche, mientras cenaba un ardor parecido al que produce el picante se instaló en mi boca. Observé el alimento que tenía en el plato con curiosidad. Sólo puré de zapallo y una pechuga de pollo asada sin condimentar.

El ardor se intensificó, ahora también lo tenía en el paladar, un gusto amargo como la hiel se sumó a mi desconcierto.
Me levanté de la mesa, busqué un espejo y un lugar con más luz donde pudiera observarme.
Sentía la lengua crecida, hinchada, la saqué afuera para verla.

Estaba roja, inflamada latente y temblorosa como con vida propia. Intenté meterla adentro, no pude, comenzó a moverse de un lado a otro sacudiéndose descontrolada.
Pensé en pedir ayuda, estaba sola y corrí al teléfono, marqué el número de emergencias médicas, alguien del otro lado respondió:

Emergencias, habla Carina, ¿en que puedo ayudarlo?

Quise hablar, sin embargo, sólo podía emitir sonidos extraños. Comencé a babear una espuma blanca, espesa y abundante. Fue entonces que tomé la llave de la puerta para salir a la calle y conseguir auxilio.
Con la llave en la mano giré la cerradura, liberé la puerta y salí.
A esa hora de la noche las calles estaban vacías, corrí doscientos metros y por fin divisé un policía. Me acerqué desesperada y le dije:

Ayúdeme por favor.

El oficial me respondió:

-Si señora ¿que le sucede?

-Es mi lengua, mire como la tengo, mire como se mueve.

-Perdón Señora pero… yo no veo nada extraño en su lengua.

Corrí al espejo retrovisor de la patrulla policial
Mi lengua estaba normal, no había ardor, ni espuma, ni sentía ese asqueroso gusto amargo.

-¿Señora se siente bien? ¿Quiere que la lleve a su casa?

-No - le contesté y regresé.

Durante el regreso, la lengua comenzó a crecer y moverse nuevamente sin control. Salió de mi boca y se enroscó en el cuello hasta que terminó asfixiándome y quitándome la vida.
Mientras me estrangulaba recordé a mi nuera cuando cierto día la escuche decir – A esta vieja... la lengua va a terminar matándola.

Hombre, este dia no pensaba entrar a Letras y algo mas pero viendo y leyendo desde afuera este excelente cuento no pude mas que conectarme para felicitarte. No solamente me ha gustado, me ha encantado! Excelente! Dejare a un lado el escrito en si, me refiero a las cuestiones tecnicas de la narrativa y me centrare en lo imaginativo y original de la historia, excelente! Recuerdo a las viejas de mi pueblo diciendo:-Jesus, Maria y Jose, esa mujer cuando muera, va a necesitar dos cajas de muerto, una para ella y otra para su lengua-.

Escritos como este hacen a uno quitarse el sombrero ante usted, compadre. En Mexico diriamos: Es usted un chingon, compadre.


P.D. Chingon, con acento ortografico en la "o": En la jerga o calo popular mexicano, chingon significa: Maestro en la disciplina que se este desarrollando. Ejemplo: El Angel Caido es un chingon para tocar la guitarra. Y es cierto, mis hijos dicen que soy el mejor del mundo!

Gracias Roberto. Ya que estamos, no estaría de más creérsela para equilibrar las veces que a uno le deben decir que lo que escribe es una porquería.
Un abrazo de chingon a chingon y que tiemblen los consagrados de las artes jajajaja

Muy, pero muy bueno, Ricardo. Realmente nunca me imaginé que el desenlace iría por allí. Demuestra una imaginación envidiable. Un abrazo y mi admiración,
José

P.D.: Espero que Roberto y vos nunca viajen en el tiempo hacia el pasado de la provincia de Córdoba. Pués allí habitaban los indios Come-chingones..., jajaja!

Es cierto! Yo crei que lo de los indios-comechingones era una de tantas bromas "fobianas" pero no! Acabo de checar en la web y es cierto. De lo que uno se entera aqui en Letras, gracias Fobio por el dato.

José, vos porque te crees que ya no existen los comechigones. Se les terminó la comida y ahora si existieran serian comechanguitos.

Gracias por pasar José y me alegro que te haya gustado el cuento.
Un abrazo

Que puedo agregar a los comentarios
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡EXCELENTE!!!!!!!!!!!!!!
Gracias Cochito

Jajajajaja...!!!

Muy bien el relato, fresco, intenso y corto. Sin florituras innecesarias. Te felicito.

"Ominoso!" diría mi profesora.

Gracias fede mi ignorancia me llevó al diccionario para poder entender que fue lo que recibiste del escrito. Esto es lo que encontré

Lo ominoso




En “Lo ominoso”, Freud se ocupa de un ámbito de la estética del que la bibliografía especializada en la materia no lo hace. Esto es porque la estética suele interesarse por lo bello y atractivo en lugar de lo repulsivo y lo penoso. Este ámbito, es el de lo ominoso, que pertenece al orden de lo terrorífico y de lo que causa angustia y horror.

Freud define a lo ominoso como aquella variedad de lo terrorífico que se remonta a lo antiguo y lo familiar. Sin embargo, no todo lo antiguo y familiar se vuelve ominoso. Freud se pregunta “¿Cómo es posible que lo familiar devenga ominoso […]?”

Entre las acepciones del término alemán ‘heimlich’ se encuentran:

Lo familiar, antiguo;


Lo clandestino, oculto, escondido.


La palabra ‘unheimlich’ es el opuesto de ‘heimlich’ en la primera acepción, es decir, algo nuevo e imprevisto. ‘Unheimlich’ es todo lo que estaba destinado a permanecer en secreto y salió a la luz. Entonces, por la ambivalencia del término ‘heimlich’ coincide con su opuesto ‘unheimlich’.

Una de las fuentes del sentimiento ominoso, serían los deseos y creencias infantiles. Por ejemplo, el deseo de que las muñecas cobren vida.

Otra fuente, es la presencia de dobles. El doble, tiene su origen en una seguridad contra el sepultamiento del yo y nace en el narcisismo primario que gobierna la vida anímica infantil. Luego de esta fase, cambia el signo del doble (de ser un seguro de supervivencia pasa a ser un anunciador de la muerte) pero su representación no es sepultada junto con ese narcisismo sino que cobra un nuevo contenido a medida que se desarrolla el yo. En el interior del yo se forma una instancia que se encarga de la autoobservación y la autocrítica y que, por lo tanto, puede oponerse a las demás. Ésta se vuelve notoria como conciencia moral. Esta instancia toma como objeto al resto del yo. El carácter ominoso del doble se remonta a épocas primitivas. El doble deviene una figura terrorífica del mismo modo que los dioses se convertían en demonios.

La repetición de lo igual es otra fuente del sentimiento ominoso. Lo ominoso de esto, se deduce de la vida anímica infantil. Se siente como ominoso aquello capaz de recordar la compulsión interior de repetición.

Freud señala que lo ominoso es aquello que retorna provocando angustia (sin importar si esto en su origen fue angustioso o tuvo otro afecto). Si esta es la naturaleza de lo ominoso, se puede comprender que los usos de la lengua hagan pasar lo ‘heimliche’ (familiar) por su opuesto, ‘unheimlich’ ya que esto ominoso, no es algo nuevo, sino algo familiar y antiguo de la vida anímica que fue reprimido. Es decir, lo ominoso es aquello que estaba destinado a permanecer en lo oculto y salió a la luz.




Bibliografía:

Freud, S. (1992) Obras Completas. Lo ominoso (1919) Volumen XVII. 2a ed. Buenos Aires: Amorrortu.