EL PRIMER CUENTO DE MI HERMANO JORGE

Este es el primer cuento que escribió mi hermano y que me es muy grato compartir con ustedes.



Una historia con Belgrano


Temeroso caminé los pocos metros de pasillo que me separaban de mi destino. Observaba en rededor mío las mismas miradas ansiosas y temerosas que supongo yo también llevaba.
De pronto me encontré con la puerta cerrada… mis manos húmedas tomaron aquel añejo picaporte y con el resto del poco coraje que me quedaba entré.
De inmediato y sin pensarlo me dirigí al fondo del salón, como queriendo esconderme, pero era inútil, ya todos habían advertido mi presencia o quizá eso pensé yo.
Me senté, acomodé la corbata que con cariño mi madre había anudado mientras dulcemente me besaba y me decía a oído: Suerte!
Esa despedida me angustió más todavía, me cargó de responsabilidades, y del temor a defraudarla.

Y allí estaba yo, solo con mis pensamientos… recordando a mi madre cuando de pronto, el murmullo del salón se quebró con una voz masculina que en tono enérgico pronuncio mi nombre ¿JORGE GARAY?
Por un momento mis piernas no respondieron a la orden de pararse, juro que mi corazón se detuvo por unos instantes, casi como un robot respondí sólo levantando la mano. Todos en el salón fijaron los ojos en mi… estaba condenado… lo advertía en todas las miradas… Avance entonces resignado hacia el frente del salón. Tres pares de ojos, uno de ellos escondido tras el rimel, me estudiaban con detenimiento. El de la derecha rompió nuevamente el silencio pronunciando unas pocas palabras: “ajústese el nudo de la corbata”… trague saliva y cumplí la orden sin dudar un segundo… el tiempo pareció detenerse… mi mirada busco primero en el suelo y luego en el techo algún lugar para refugiarse o tal vez huir… una voz femenina… áspera como un cenicero… me sacó del pequeño trance preguntándome… ¿De que va a hablar joven?. De Manuel Belgrano, conteste con mi voz entrecortada por los nervios. Adelante pues.

Durante más de 10 minutos no hice más que contar lo que conocía del prócer creador de la bandera, de sus pensamientos y acciones, de su horas de gloria y sus derrotas, de su hombría de bien y su honradez. Al final del relato, casi me olvido de mencionar que murió casi olvidado y en la pobreza.
Hubo entonces pocos segundos de silencio y luego vino la sentencia
Un señor calvo, el de la voz masculina firme, luego de haber consultado con la mirada a los otros dos pares de ojos me miró y sentencio. MUY BIEN SR. GARAY, TIENE UN 4, APROBÓ.

Autor Jorge Julio Garay
Mi hermano menor y mi orgullo

¡MUY BUENO! Anda pensando en escribir un libro juntos. Tiemblan los literatos jaajajajaj

Cuando se habla de los grandes, siempre es poco lo que podemos decir sobre todo por lo mucho que han hecho y ni que hablar cuando ese grande es un patriota.

Sin embargo, fue suficiente para ese cuatro con que aprobaste. ¡Que grande este Belgrano hasta te salvo de un aplazo!

Un abrazo y bienvenido al mundo de los cuentos.

Ricardo, es un placer conocer a Jorge. Y muy buena la historia, que nunca imaginé que fuera de un exámen..., jajaja. Un saludo con afecto a ambos!
Jose

MIRA QUE BIEN EL JORGE,MUY LINDO CUENTO,FELICITACIONES.

Escribimos parecido pero juro que somos dos personas.

Gracias a todos por sus comentarios... y sobre todo a mi hermano mayor Ricardo, quien junto con mi padre fueron y son parte de mis motivaciones para escribir. Saludos a todos

Felicitaciones Jorge,y bienvenido.Un cuento de presentación impecable que demuestra que la veta artistica esta en la sangre Garay.
Bienvenido a este espacio,espero leer más trabajos tuyos.
Un abrazo.

En literatura, no es el tema sino como se lleva, lo que importa.
Y éste está bien llevado. Al suspenso que genera lo sustenta un personaje bien desarrollado, que nos representa a todos porque todos hemos pasado por lo mismo y por lo tanto es universal. Qué más se le puede pedir?
Aprobó con mejor nota el cuento que el examen.

Gracias por tu comentario antifaz, tratare en el futuro de aprobar con mas de 4... jajaja