UN SIGLO DESPUÉS+++RECOMENDADO DE OCTUBRE+++

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UN SIGLO DESPUÉS


Por Lino Sangalli

Esta vez fue diferente que hace veinte años: la esperé afuera, pues sabía dónde se parquearía esa gitana. Cuando vi que apareció, me apresuré a entrar al bar y esconderme en el baño del primer piso, ya que nos habíamos citado en le segundo nivel.

Ella llegó, me buscó con la mirada, consultó su reloj y luego de hacer un mohín de descontento y desilusión subió la escalera, caminó por el salón, con sus aires de reina, y escogió la última mesa desde la cual podía observar la puerta de entrada a mi bar y la escalera. Era obvio que quería sorprenderme y estudiarme antes de que yo la viera.

Pero ya la había visto desde que se bajó de su auto. Está igual de hermosa que antes, quizás bastante más, pues ahora la madurez le ha dado un encanto adicional, una confianza en sí misma que antes no se notaba. Viste una falda corta negra, su color favorito, lleva puestas medias del mismo color y ¡OH sorpresa!; tienen costura al medio. Me pregunto si llevará puesto corpiño.


Me remonto al pasado, cuando la veía casi a diario en la oficina, con sus ceñidas blusas blancas y su atuendo de oficinista. Sus piernas siguen siendo estupendas y mantiene su portentoso cuerpo. No le veo canas. Es entonces cuando decido subir y acercarme a ella distraídamente y aparentar sorpresa de verla.

¡Hola Gipsy! Perdona la demora pero el tránsito está fatal, ¿lo sabes no? Y me acerco a su cara para saludarla con un beso. Esta vez lo logro, o es que ella así lo decidió, pero le atino el beso en los labios, por un instante que sentí eterno. ¡Horror, saben a gloria, qué rico!
—¿Qué quieres tomar? Yo sugiero una botella de champaña, porque el cabrón del médico dice que el tinto me hace daño. ¿De acuerdo?
—¿No será mucho?—acuérdate que tengo que manejar, me dice.
—Yo también, pero no hay problema. Pongo el piloto automático y aterrizo en casa. ¿Tu carro no tiene?
—No, el mío no tiene, responde divertida. Además no estoy en mi carro sino en uno de la casa, al que yo le llamo el florero.
—¿Florero, porqué?
—Bueno, porque nadie lo usa y está sólo de adorno.

Nos pasamos dos, tres horas conversando. Hablando de una y mil cosas. Nuestros hijos, nuestras vidas, alegrías y fracasos. Le pregunto; —¿has sido feliz? —Bueno, sí, a mi manera. No puedo quejarme, ¿y tú? Me interroga a su vez.
—Yo, la verdad es que no lo he sido. Si llamamos felicidad a vivir en paz, sin problemas. No, nada más lejos de mi vida. Siempre he vivido atormentado. Peleado con el mundo, con la raza humana, conmigo mismo. Siempre descontento, siempre a punto de reventar. Tal como me dejaste, sólo que peor. Cada vez peor, más decepcionado, desesperado y loco.
—Yo no te recuerdo loco, me dijo. Nunca te sentí desesperado tampoco.
—Soy buen actor, o los locos de verdad sabemos pasar piola y podemos lograr que nadie se dé cuenta que lo somos, le respondí.
—No, yo te conozco bien.
—Me conocías. La corté.
—Bueno, cálmate. Hemos venido a conversar, a contarnos nuestras vidas, después de tanto tiempo.
—Tienes razón. Parecemos los personajes de Amor en los tiempos del cólera, Florentino Ariza y Fermina Daza, solo que más viejos y sin esperanzas. Por lo menos yo ya las perdí.
—No digas eso mi amor (me sonó a miel) Eres un chiquillo. El mismo que conocí, dijo con delicadeza y ternura.
—Ya no, ahora soy un viejo amargado pero te sigo venerando.

El tiempo, ese infeliz tirano acaba con todo y acabó abruptamente con la reunión. Ni Fermina ni yo queríamos separarnos pero la hora había llegado. Ella debía volver a su casa y yo a las calles.
Salimos juntos y la acompañé hasta su florero que resultó ser un reluciente BMW serie 5, de color negro. Se ofreció llevarme hasta mi auto, acepté a regañadientes. El florero me acogió en el mullido cuero de sus butacas y me transportó en el tiempo y el espacio. Le dije—déjame en esta esquina que estoy parqueado a la vuelta. Detuvo el coche, la besé, bajé y me alejé caminando. No quiero que sepa que tuve que vender mi carro para pagar unas cuentas atrasadas.

Quince minutos después, agotado de pensar la llamé.
—Aló, soy yo—le dije
—Lo sé, ¿como estás?
—Sólo quería decirte que conmigo jamás hubieras tenido un florero así. Tomaste la decisión correcta, al escoger al hombre adecuado. Jamás dejé de quererte, chau.
—Yo tampoco.

Bueno, primero que todo Lino, mi mas sincera bienvenida a este espacio y en la espera que te sientas muy comodo por aqui....

Bueno, también es la primera vez que te leo y en realidad he quedado con una bellísima impresion, un relato que atrapa y que con sencillez y elegancia en la escritura vas transmitiendonos el mensaje de manera clara...un reencuentro mágico, donde se vueven a cruzar las vidas de dos amores que no se han podido olvidar sin embargo el tiempo se ha encargado de cambiar ciertas cosas, la situacion economica sobretodo...me queda la impresion que ese tiempo que ha pasado no ha logrado aniquilar el amor, está ahí, siempre lo estuvo pero las decisiones a veces marcan y obtaculizan al amor...pero está, eso está mas que claro...y logras captar la esencia del momento y la trasnmites de manera correcta...

Un placer leerte Lino, y nuevamente bienvenido..-.excelente texto...

Abrazos,

Ignacio

Bueno, recuerdo haber leido algo en escribe de tus letras algo de un tinte similar (si mi memoria no me falla era "Ël Recuerdo" aunque en este relato planteas otro escenario y le das mas importancia al recurso del diálogo (que a mi parecer) siempre aporta unas fichas a la fluidez de la lectura. Un gusto leer este escrito (bien escrito y transmitido). Bienvenido.

Una excelente carta de presentación.Un texto dinámico, donde estableces de buena manerala atmosfera en la que se desarrolla la acción,trasmitiendo al lector la ansiedad primera delo personaje,luego la calma de esa conversación y por ultimo el propio descubrimiento de su condición.
Un dialogo ameno, que realza la narrativa,descripciones justas, donde no abundan los detalles,más que los necesarios para ambientar el cuento.
Un texto excelente, que muestra la destreza de tu pluma.
Bienvenido, sigo disfrutando tus letras.

Un abrazo que las hadas te acompañen.

Alenairam escribió:

Un buen texto, esl aprimera vez que te leo,y me gusto...me sono a más vale trade que nunca.
Bienvenido,enhorabuena compañero

Gracias Alenairam, por tu bienvenida y por el generoso comentario que le haces a mi humilde historia. Aunque esta no es la primera vez que escribo algo en este portal. Pero si después de mucho tiempo.

Nachito escribió:

Bueno, primero que todo Lino, mi mas sincera bienvenida a este espacio y en la espera que te sientas muy comodo por aqui....

Bueno, también es la primera vez que te leo y en realidad he quedado con una bellísima impresion, un relato que atrapa y que con sencillez y elegancia en la escritura vas transmitiendonos el mensaje de manera clara...un reencuentro mágico, donde se vueven a cruzar las vidas de dos amores que no se han podido olvidar sin embargo el tiempo se ha encargado de cambiar ciertas cosas, la situacion economica sobretodo...me queda la impresion que ese tiempo que ha pasado no ha logrado aniquilar el amor, está ahí, siempre lo estuvo pero las decisiones a veces marcan y obtaculizan al amor...pero está, eso está mas que claro...y logras captar la esencia del momento y la trasnmites de manera correcta...

Un placer leerte Lino, y nuevamente bienvenido..-.excelente texto...

Abrazos,

Ignacio

Gracias Nachito por la bienvenida. Has captado a la perfección lo que quería expresar en mi relato. El tiempo es tan injusto como lo es, a veces la vida.

sgrassimeli escribió:

Bueno, recuerdo haber leido algo en escribe de tus letras algo de un tinte similar (si mi memoria no me falla era "Ël Recuerdo" aunque en este relato planteas otro escenario y le das mas importancia al recurso del diálogo (que a mi parecer) siempre aporta unas fichas a la fluidez de la lectura. Un gusto leer este escrito (bien escrito y transmitido). Bienvenido.

Que buena memoria Silvina (perdona si me equivoco pero mi memoria no es tan buena como la tuya). Efectivamente publiqué "Ella, un recuerdo", que describía una trama similar. ¿Y qué quieres? si así es el amor.
Gracias por tu comentario.

Poesiacarnivora escribió:

Una excelente carta de presentación.Un texto dinámico, donde estableces de buena manerala atmosfera en la que se desarrolla la acción,trasmitiendo al lector la ansiedad primera delo personaje,luego la calma de esa conversación y por ultimo el propio descubrimiento de su condición.
Un dialogo ameno, que realza la narrativa,descripciones justas, donde no abundan los detalles,más que los necesarios para ambientar el cuento.
Un texto excelente, que muestra la destreza de tu pluma.
Bienvenido, sigo disfrutando tus letras.

Un abrazo que las hadas te acompañen.

Poesía carnívora, es muy agradable encontrar tanta gente conocida en este lado del camino. Este es el segundo relato que publico acá y me reciben gratamente. Gracias por tus hermosas palabras.
Lino

Lino, mi bienvenida cordial... Y calificar el escrito de uno de mis profesores es un honor y espero hacerlo bien...
Al inicio vas introduciendo al lector en una trama que no es facil de adivinar y en medio de ella vamos incluyéndonos en un diálogo ameno y claro donde el pasado se vuelve el eje central de la historia. Con finos detalles nos llevas a imaginar al personaje femenino. "Oh sorpresa, tienen sus medias costura al medio"...
Un final donde haces el remate de los pensamientos de nostalgia por lo que no fue.
Me agradó mucho Lino leerte...
Un abrazo

Una recomendación excelente, un trabajo impecable, con una narrativa amena y de fácil comprensión.
Un merecido reconocimiento.

Que las Hadas te acompañen.


Mes de Brujas y Espantos.

Una lectura fluida que nos conduce a la emoción del amor, y los problemas que la vida nos plantea.

Muchas gracias por compartir.

Cordiales saludos.