El Baile del Diablo. (Cuento costumbrista).++++RECOMENDADO DE OCTUBRE++++

RECOMENDADO



( Antes de comenzar este cuento, pido disculpas y comprensión a los que no sean chilenos pues, cuando habla la supuesta bruja lo hace en un lenguaje campesino difícil de entender, sumando a ello que mis compatriotas de sectores medios bajos no pronuncian las S finales ni las B y las D de la última sílaba, para ello incluyo un glosario)...

Era de noche ya cuando entré en la humilde casa, típica vivienda campestre de Pirque. Sus gruesas paredes de adobe blanqueadas la hacían muy acogedora, impidiendo que el frío invernal penetrara a su interior; el calor del fogón hecho en el centro del piso de tierra hacían grata la pieza, que era cocina y comedor a la vez, en cuyo alrededor había un grupo de muchachitos y una delgada anciana encorvada por los años.

En ese entonces tenía yo unos diez años de edad y por el solo hecho de escuchar a la vieja Antonia sus espeluznantes historias. Mi imaginación volaba y se poblaba de seres inexistentes; la abuela, ahora lo pienso, con su arrugado rostro era una consumada actriz. En un momento la veía dulce, pero al siguiente con sus ojos entrecerrados y la boca deforme con una espantosa inflexión en su cascada voz, gozaba asustando nuestras infantiles mentes.
Preparando su mate, mientras la negra tetera hervía colgando sobre los maderos rojos y humeantes, se nos aproximó con sus pupilas reflejando el brillo de las flamas; se me ocurrió que era un ser satánico o, al menos, una bruja. Con calma retorció la bombilla en el pequeño jarro lleno de cálida y fragante yerba, preguntó suavemente:
_¿Sabían que el diablo cierto días anda suelto, siempre buscando a quien llevarse en cuerpo y alma?

Silencio absoluto fue la respuesta; sólo se escuchaba el crepitar de los leños en la fogata, el gemido de la tetera con su interminable lamento y el brusco chasquido de la boca de la viejita al chupar la plateada canulilla. Saber que debía irme a casa en medio de la oscuridad, me hizo reflexionar en la prudencia de retirarme inmediatamente; pero el miedo a las burlas de mis compañeros de juego lo impidió y me quedé, no muy convencido de la certeza de mi decisión.
La arrugada mujer atizó los palos y entre las chispas juguetonas que saltaban en pequeñas explosiones, comenzó su relato:
_"Esto sucedió cuando yo era muy güaina en tuavía, durante las fiestas de las trillas. Toas las familias de las pueblas cercanas se encontraban reunías despuéh de las fatigah del traajo propio del trigo, mientras las yeguas descansaan de su correr dentro de la era. Las cantorah tocaan sus guitarrah, entonando versos alusios a la vida, a la muerte, al campo y al amor; ya muchos huasoh estaan de medio filo con la chicha y se botaan a enamoraoh de la Rosa Amelia, la muchacha más linda que he conocio, si hasta parecía un angel. Los "moscos" le revoloteaan con piropos, pero no les hacía caso.

Las "guijas" y las "rendijas" se sucedían en medio de la música y de las cuecas, en tanto que el sol comenzó a declinar detrás de los cerroh. De pronto too el mundo se queó callao, por el camino y a contra luz venía un jinete a galope tendio, mi alma.

Se detuvo a pocos metroh de nosotroh, envuelto en una polvarea; el magnífico hombre se mantenía sobre su cabalgadura en silenciosa apostura, taladrándonoh con su brillante mirar. Era muy buen mozo, vestía de huaso rico, todo de negro igualito a su caballo; lucía un fino bigote y una barbita parecía a la de un chivo.

_¡Desmonte, amigo!_ dijo uno de los enfiestaoh. _Tómese un buen mosto con nosotroh.
Un hermosa sonrisa se dibujó en su rostro y se desmontó; aceptando una copa, la llamaraá de sus negrah pupilah se estancó en la bella Rosa Amelia. Las mujereh reiniciaron el alegre rasgueo de las guitarrah con una cueca.

El afuerino, sin una pizca de vergüenza se acercó a la chicuela, ofreciédole el brazo para el paseo de nuestro baile nacional. Naiden más quiso intervenir y toos observáamos a la pareja que empezó la danza junto con el incio de la canción. al compás de la música, del tintineo de las grandes espuelas de plata del forastero y de las palmas de los campesinos; la "vuelta del gallo" fue perfecta y él no quitaa su filosa vista de los ojazos de la chiquilla.
La Meche, una "beata" que se golpeaa el pecho con una piedra, de tan religiosa que era, entusiasmá exclamó:
_¡Ave María, qué bailan bien estos niños! _ pero sucedió lo inesperao: el bailarín dio un traspié y se volvió furioso hacia la mujer, que casi desmayó del susto.

Continuó la cueca y en la tercer y última vuelta el extraño comenzó un zapateo nunca visto, parecía no tocar el suelo, más bien... se elevaba en el aire. La gritería de los entusiastas fue aumentando y en el colmo de la excitación, Nanchito, el inquilino de la casa, saltó hacia los bailarines y gritó:
_¡Esta si que es cueca, mi alma! ¡Si parece que volara cuando zapatea este diablo!...

Esto que dijo y el hombre de luto miró de tal manera al pobre Nanchito, que lo dejó helao...El baile se interrupió bruscamente y toos callamos. Soltó una horrenda carcajada, mostrando sus dienteh de oro, hubo una detonación como de cañonazo y reventó en humo lo mesmo que su montura, desapareciendo ambos y dejando en la atmósfera un gran olor a azufre. Los presenteh se santiguaron ... porque era el mesmísimo diablo que había estao allí.

Oscurecía ya y la gente comentaa lo ocurrido, tratando de continuar la fiesta, pero ésta se terminó definitivamente porque, sin que se viera a naiden, se oyó un galope en el camino y una risa satánica que se alejaan.

Desde entonceh, en estos lugareh cordilleranoh se tiene mucho cuidao de no invitar a las fiestah a jinetes desconocioh que se aparezcan por los campoh".

La vieja Antonia terminó su narración muy seria y nos dijo: _Ya niñitos, es muy tarde y hay que irse pa' la casa.

Para qué les cuento que la marcha de regreso, rodeados de tinieblas y acompañado de mi hermano menor, la hicimos más rápido que de costumbre. Repentinamente, a lo lejos escuchamos un relincho en la fría noche y el galopar de un caballo asustado; se nos paralizó el corazón y, sin ponernos de acuerdo, emprendimos una despavorida carrera hasta nuestro hogar.
oo0oo

Glosario.

yerba : yerba mate
güaina : joven
en tuavía : todavía
trillas : labor campesina para extraer de las
gavillas los granos de trigo con el
trote de yeguas.
era : círculo cercado donde las
yeguas corren sobre las gavillas.
huasos : campesinos chilenos con su traje
típico de luces.
medio filo : un poco ebrio.
chicha : vino nuevo.
güijas, rendijas : gritos típicos de los campesinos.
cuando se baila cueca.
cueca : baile nacional.
naiden : nadie.
mesmo : mismo.

Un buen cuento Jaime, muy de campesino y con gran pluma como siempre...la lectura va atrapando ademas que muy decidor del lenguaje utilizado por estos lados...muy buen cuento...

Abrazos,

Ignacio

Muy buen cuento,de gran atractivo no solo por el tema ,sino por la referencia popular que haces en el.
Ameno y bien armado.
Te felicito.

ME ENCANTO,JA,Y QUE PASO CON LA MUCHACHA?,PENSE QUE SE ENAMORABA DEL DIABLO O ALGO ASI,ME QUEDE COLGADO ESPERANDO ESO.
AH Y ¿ES UNA HISTORIA REAL,DICES QUE TENIAS DIEAZ AÑOS?.
AQUI DICEN QUE EL DIABLO ANDA SUELTO LOS VIERNES SANTOS,Y HAY QUIENES VAN A INVOCARLO A UNA HIGUERA,SON CREENCIAS,PERO DICEN QUE COMO EL VIERNES SANTOS ES EL DIA QUE URIO JESUS EL DIABLO SE APROVECHA Y ANDA A SUS ANCHAS POR LA TIERRA.
YO PIENSO,NO,EN DISTINTOS LUGARES,Y DE DISTINTAS MANERAS SE CUENTAN HISTORIAS ASÍ¿ALGO DE CIERTO ATRAS DEBE HABER NO?.
ME GUSTO Y LO ENTENDI BIEN DE BIEN.

Excelente, abrir tu espacio es saber que uno tiene el disfrute asegurado.Muy lindo cuento,muy natural,y bien redactado.
Una vez más te felicito Jaime.

Un cuento excelente, bien ilustrado, donde con habilidad nos vas dejando atrapar por la historia de la vieja, por un momento vi su rostro y ojos entrecerrados.
Un cuento natural y que permite recrear vivencias y creencias.
Excelente compañero,y se entiende perfecto el relato.
Te felicito, disfrute esta historia como uno personaje más de ella.

Que las Hadas te acompañen.

Dejame felicitarte por la narración tan estupenda. me fuiste llevando de la mano a la escena, fácil ver la vieja y también el susto y los deseos de salir corriendo... recordé historias parecidas cuando niña.
El glosario es una herramienta excelente, una que otra palabrita desconocía.
Un abrazo

Excelente amigo,un texto impecable.Amenos,donde uno recrea esa escena y disfruta de esta historia, como cuando se disfrutaba de las historias de la abuela, en aquellas epoca que la television solo era un lujo de algunos.
Muy bueno.
Un abrazo.

Felicitaciones Jaime, un texto sin duda impecable que vale la pena reeler .
Una excelente recomendación sin duda.

Que las Hadas te acompañen.


MES DE BRUJAS Y ESPANTOS.

EXIMIDO, EXCELENTE CUENTO. ME TRANSPORTA A MI INFANCIA. Tenìa un tio que contaba historias espeluznantes. Vivìamos en el campo, menos mal que las contaba en nuestra propia casa que era una hacienda muy grande. Lo cierto es que era tan ameno en este arte, que cuando terminaba cada cuento, surgìa alguna pregunta por parte de los oyentes y ahì era cuando caìamos, jajajaja, No se si es producto de alucinaciones, si en verdad que existen las apariciones de diablos y fantasmas. Lo cierto es que a mi me pasò cuando casi me graduaba de maestra. Todavìa lo recuerdo y no deseo que me vuelva a ocurrir. Pero esto serà tela de otro costal. Lo voy anexar a este blog.
Felicitaciones, vivì el cuento, es como si estuviese sentada allì oyendo el sonido del corazòn, con ganas de salir corriendo, pero ahì estàtica. como aplicando el refràn: NO ME GUSTA PERO ME ENTRETIENE, jajajaja

Un cordial abrazo.

TRINA