"Deme dos"

“Deme dos”


Carlos entró al negocio con una bolsa en la mano, la bronca en el ceño y la queja en los labios.
_Buen día Don Carlos, ¿Qué lo trae por acá?_ lo recibió cortésmente Juan detrás del mostrador.
_Ni tan buenos, Juan, ni tan buenos. Y no me digas “Don” que me hacés sentir un jovato. Decime, pibe, ¿no te da vergüenza? Mirá esta camisa. Te la compré hace un mes y ya está toda descocida y la tela gastada.
_Bueno, las cosas se usan; hombre.
_Si, pero toda la vida le he comprado a tu padre y las camisas me han durado años en buen estado. Tenían mejor calidad.
_Y si, ¿vió? _comentó Juan cebando ironía_ esa es la idea. Le explico: la camisa tiene menos calidad, se rompe o se gasta antes. Usted, en vez de comprarme dos camisas cada tres años, me compra diez cada seis meses. Además, le doy trabajo a más gente. Más productividad, más consumo y todos contentos.
Emma, que dibujaba en un cuarto contiguo, miró a su madre embarazada y a los gemelos gateando y abrió los ojos y la boca grandes (como bostezo de hipopótamo) levantándose de la silla para correr junto a su padre.
_¡¿Papi?!_exclamó tironeando del pantalón.
_Ya va, esperá que estoy con un cliente.
_¡Papi, papi, papi! _Te dije que esperes que estoy hablando con el señor.
_ ¡Papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi, papi!
_ ¡Qué! ¡¿Qué puede ser tan importante como para que no pueda esperar?!
_Yo no me quiero romper antes_ murmuró Emma como tragándose la voz.

Como la inocencia de los niños aplaca la vivezas de los mayore, un relato con un fino humor y a la vez como denuncia de los siempre supuestos bienes, para cierto grupo, para uno mismo, me gusto muchisimo.
saludos
k

Un mundo que evoluciona. ¿evoluciona?
Un texto que nos deja pensando.
MUY BUENO.
Un abrazo

Cuando recién me mostraban ésto de comenzar a escuchar con la "oreja verde" (aludiendo a un poema atribuído a Gianni Rodari. http://www.laorejaverde.es/joomla/) mientras estudiaba, me golpeó duro el espejo que los chicos te muestran. Hasta que me hicieron ver algo que no registraba: también te muestran ese espejo desde su propia perspectiva, que no es la objetiva. A lo mejor, estaban con bronca porque les dijiste "no" a algo y el espejo ... Pero; eso es justamente, Karina; ellos, en su inocencia y capacidad de "mirar" más allá, te dan esos golpes de realidad que te ubican en otra mirada. Y si, Ricardo, a veces se duda no?
Me alegro que les haya gustado y muchas gracias por compartir su impresión (de eso se trata).
Nobleza obliga, y tengo que decir que una camisa "descocida" vendría a ser algo así como una camisa cruda? Perdón, es "decosida".
Un abrazo.

ESOS ENANOS SABEN DE QUE HABLAN Y MAS DE UNA VEZ NOS MUESTRAN LA VERDAD DE LA MILANESA DE UNA FORMA QUE HAY QUE DISIMULAR PARA QUE NO SE DEN CUENTAN QUE SABEMOS TIENEN RAZÓN.

ME ENCANTO,ADEMÁS SE PUDE VER TODA LA SITUACION .

Mis hijos me recuerdan esas verdades a diario. Muy buen texto!!!

Jajajaja..., muy bueno y mordaz, Silvina. Saludos,
Jose

Buenísimo. Si hacemos eso, y todos hacen igual, pronto el mundo entero está roto; y es lo que está pasando con la propia vida, maltratándola y explotándola.

Un saludo de Samuel.

Inspira la lección.
un abrazo Silvina

El texto me encanto.
Con ánimo de polemizar nomas: Menos mal que no le hacemos caso a los chicos.
Por el momento el mundo que conocemos se basa en el consumo, sin este no existiría la sociedad tal cual la conocemos. No me gusta ni medio, pero no se me ocurre una manera distinta y mejor. Los chicos ven otras realidades, pero dependen del sistema hasta para lo más elemental como comer.
Gracias por el texto que permite entre otras cosas pensar.
Tarquino

Lo descartable no debiera llegar a la vida, genial tu texto Silvi, besos
Lili

Ya te borré lo que querías Mateo, besoss