ÁNGELES SOMOS” Tradición de mi provincia
Exaltar la importancia de algunas tradiciones ayuda a fortalecer y aumentar los vínculos afectivos de los niños con sus raíces.
En mi provincia, Corrientes, más precisamente en regiones que abarca la costa del rio Paraná (norte- oeste) y centro de la provincia, las ciudades, pueblos y parajes mantienen muy viva la tradición de: “Ángeles somos”. Una sola frase encierra años de historia en la cual se mezcla el legado español con las creencias guaraníticas de la zona.
Cada 1 de noviembre en estas regiones, las familias se despiertan muy temprano con el bullicio de niños y no tantos, que recorren las calles en busca de golosinas… (no es la fiesta de brujas) es la fiesta de los “ángeles somos” . En grupos de hermanos, vecinos y desde la edad que ya pueden caminar se despliegan en ramilletes de colores con un canto muy particular al tocar las puertas de las casas: “Ángeles somos, ángeles somos venimos a pedir colación y rogamos tu bendición” ó “Ángeles somos, del cielo venimos trayendo regalos. Colación, colación su bendición” ó “Ángeles somos del cielo bajamos, pan queremos. ¿hay por quién rezar en esta casa?”.
Algunos llevan ramitos de flores para las familias que tienen algún angelito fallecido o en otros casos la crucecita de un angelito familiar, seguramente hermanito de quien recorre las calles pidiendo golosinas y bendición, pero en ningún caso puede faltar las bolsas, pequeñas o más grandes, que les permitirá traer la ansiada ganancia.
En zonas rurales, las familias aún conservan la costumbre de cocinar el día anterior y las mesas se llenan de bizcochuelos, pastafloras, pastelitos de dulce o queso, que serán distribuidos al día siguiente. Actualmente es más fácil comprar las golosinas y esperar que desde las primeras horas golpeen la puerta, pero lo más importante es la tradición de ver a niños felices, que no tienen reparo en levantarse con los primeros rayos del sol tratando de llegar antes a las casas, de ese modo el acopio de dulces será más abundante y con la idea que son ángeles que bajan del cielo para recordar a las familias que, en caso de tener algún angelito fallecido, el niño ya pertenece a la huestes de ángeles que cantan a la virgen. En esta fecha los niños que recorren las casas en sus nombres, tratan de atenuar el sufrimiento de las madres que han perdido a sus niños.
El 1 de noviembre la iglesia católica recuerda la Fiesta de todos los santos, evocación que se remonta al siglo IV, que si bien se celebraba en mayo después Gregorio IV trasladó la conmemoración a la actual.¿ En qué punto de la historia se mezcló esta fecha con la de los ángeles?, no se sabe. Pero si, que se mantiene por años pues fue pasando de generación en generación.
Al preguntar a los abuelos de más de 80 años, recuerdan esta tradición con un brillo especial en la mirada, pues el hecho de recolectar dulces y poder disponer de los mismos era toda una fiesta.
Algunos niños, de acuerdo a la zona, preparan alguna “relación” para aquellas casas en que la cosecha es pródiga, como: “esta casa es de rosa, donde viven las hermosas y siempre generosas” Pero en caso que las puertas no abran a los cánticos, también tienen su relación: “Esta casa es de karanda`y, donde viven los takate´y”
Se lee karanda-ú y significa en guaraní árbol que mira el agua. La u tiene una lectura nasal.
Takate-ú- Mezquinos.
En la ciudad capital, actualmente, las docentes de jardines de infantes visten a los niños de ángeles y recorren las principales arterias, a fin de rescatar una tradición que se mantiene firme en el interior.
Les puedo asegurar que es una gran alegría abrir la puerta y ver a verdaderos angelitos en busca de bendiciones y los tan ansiados dulces, antes que ver horrendas máscaras de brujas y monstruos.
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Hay un video q queria pasar pero no se si se puede:
www.youtube.com/watch?v=eG5xLrdebrU