LETRAS Y ALGO MAS
Para poder interactuar en la comunidad, debes estar conectado,o registrarte.Tu cuenta será activada a la brevedad por un Administrador del Foro que hará llegar la activación a tu correo.,por lo cual ten especial cuidado en no equivocarte al registrar tu email sino no podrás ingresar al foro.
Te esperamos
LETRAS Y ALGO MAS
Para poder interactuar en la comunidad, debes estar conectado,o registrarte.Tu cuenta será activada a la brevedad por un Administrador del Foro que hará llegar la activación a tu correo.,por lo cual ten especial cuidado en no equivocarte al registrar tu email sino no podrás ingresar al foro.
Te esperamos
LETRAS Y ALGO MAS
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

LETRAS Y ALGO MAS

Un espacio diferente , para compartir y crear Registrado en Safe Creative
 
ÍndiceÍndice  PortalPortal  BuscarBuscar  Últimas imágenesÚltimas imágenes  RegistrarseRegistrarse  Conectarse  CONTACTANOS  

 

 La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII

Ir abajo 
2 participantes
AutorMensaje
Josan
Escritor activo
Escritor activo
Josan


Masculino
Cantidad de envíos : 287
Fecha de inscripción : 28/12/2010

La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII Empty
MensajeTema: La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII   La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII Icon_minitimeMiér Ago 10, 2011 2:11 am

Una aventura arriesgada

Un fin de semana, acordé con mi amigo de ir a un pueblo vecino en busca de sexo, pues por oídas se decía que había una mujer que lo hacía por necesidad económica, esta era viuda con hijos y bastante mayor que nosotros, pues mientras que yo tenía dieciocho, ella tenía poco más de cuarenta, pero la edad era lo que menos me importaba con tal desatisfacer mi deseo. Nos dirigimos a su casa sin necesidad de tocar el timbre, ya que se encontraba en el exterior de la puerta de su vivienda. Recree mi vista en ella y me gusto mucho, pues aunque era un poco madura era muy bella, de fisonomía delgada, pelo rubio y ojos azules, vestía una falda estrecha que marcaba sus bonitas caderas, la blusa un poco escotada dejaba entrever sus senos. Sin pensarlo más le hicimos saber nuestra proposición. Nos miro fijamente a la cara, y nos manifestó que éramos demasiado jóvenes, que por la edad, hasta podría ser nuestra madre, que tenía un hijo aproximadamente de nuestra edad, y que no se dedicaba a la prostitución, sino que hacía pequeños favores cuando estaba escasa de dinero.
Lleguemos al acuerdo en el precio, pero puso una condición, que cobraba por adelantado y, que uno de nosotros tendría que quedarse en la calle vigilando, no sea que llegara su hijo de improviso. De acuerdo con mi amigo entre yo primero.
Nos desnudamos y empezamos hacer el amor, pero justo en el mismo momento del orgasmo, fuimos interrumpidos por unos golpes insistentes en la puerta de la calle, mi asombro llegó al límite cuando le oí decir…
Debe ser mi hijo que sospecha algo; guardemos silencio hasta que se valla.
Fue lo que menos esperaba, empecé a temblaba y casi me dio un ataque de ansiedad, los golpes no cesaban, y aquel hombre no tenía intención de irse, en esta situación tan comprometida no podía controlarme y dije gritando con toda mi fuerza…
― Maldita Mujer... En qué lío me has metido… ¿Y ahora que Hare yo?
― No pierdas tiempo, amigo, huye por la puerta del corral…
Apenas pude ponerme los pantalones, y salir por el sitio que me indicaba a la velocidad que me permitían mis piernas.
Ya me encontraba en plena calle cuando sentí a un hombre que decía–Esta mujer va a provocar alguna desgracia con su hijo. Mira que se lo ha advertido… ¡Y a ti, joven que no te vea por aquí!
Seguí corriendo sin llegar a responder al hombre, cuando me di cuenta que me había olvidado los calzoncillos, pero esto me daba igual, pues dentro de la gravedad era un mal menor, de momento me alejaría de aquel lugar lo más rápido posible.
Intente buscar a mi amigo, ya que no sabia como le habría ido cuando fue sorprendió esperando en su puerta, y pensé en lo peor, al final desistí de buscarlo ya que no había forma de encontrarlo, me dirigí a un mercado que hacían todos los domingos en el pueblo, con intención de comprarme unos calzoncillos, pero mi sorpresa fue grande cuando introduje mi mano en el bolsillo para pagar, y echar en falta mi cartera, lo más seguro es que la deje olvidada en mi precipitada huida o, quizás, me la habrían robado, de todas formas no pensaba reclamarla, ya que salí escaldado de aquel lugar y no deseaba regresar. Justo pedía disculpas a la señora que me los vendía, por no disponer del dinero, cuando sentí una mano presionar fuertemente mi hombro, me volvieron a temblar las piernas pensando que era el hijo de aquella mujer que venia en busca mía. ¡Al girarme y ver que se trataba de mi amigo sentí un gran alivio!
―En menudo lío nos hemos metido Arturo, esperaba en la puerta que terminaras tu trabajo, cuando llego un joven con un bastón y cara de pocos amigos, me pregunto en un plan amenazante, que hacía en la puerta de su casa, a su pregunta no le supe contestar, y antes de que pudiera reaccionar, empezó a golpearme con su bastón; intuitivamente trate de protegerme de los golpes con mis brazos, cuando se le unió gente que gritaba ¡Dale más fuerte Juan, que este no vuelve más! Acorralado por la multitud no me quedo otra alternativa que huir, ¡y sálvese el que pueda! lo siento mucho por ti, pero tuve que salvar mi pellejo.
_ ¡Esta bien, Ricardo! Lo importante es que estamos a salvo, tendremos que dar gracias a Dios que no ha sido más grave. En lo sucesivo, antes de ir con mujeres, lo pensaremos mejor y no actuaremos a ciegas.
Después de la desgraciada aventura que sufrimos con aquella mujer, nos abstuvimos en relacionarnos con mujeres que no conocíamos, y nos dediquemos exclusivamente a pasear con chicas como novios, pues en aquella época no se concebía una relación de amigos entre hombres y mujeres. La mujer tenía que ser muy precavida en sus relaciones con su novio, y evitar tocamientos o roces para llegar virgen al matrimonio, al no estar bien visto por la sociedad ni darse un beso, de lo contrario, posiblemente serian discriminadas por los varones quedando solteras, a no ser que se trasladaran a otra provincia que no eran conocidas, ¡cómo en algún caso se dio!; contando el deshonor a la familia, imperdonable en aquella época, pues lo normal era llegar virgen al matrimonio sin haber tenido el mínimo roce. Sin embargo, para el varón no estaba mal visto relacionarse con prostitutas.
Por esta época tenía diecinueve años de edad, y de mi trabajo con Ramón el Duque no me podía quejar, al menos no pasaba hambre, pero el sueldo apenas me llegaba para vestir y poco más, pues en nuestra posguerra si conseguías comer y vestir, te podías dar por satisfecho. Aparte de la satisfacción de mi trabajo no era feliz, me atosigaba el estrés y la nostalgia por mi hija, sabiendo, que nos separaban tan solo cincuenta kilómetros, y no tenía la posibilidad de verla, me la imaginaba rubia con los ojos verdes como yo, aunque en realidad no sabía cómo era, solo era la imaginación de mi mente.
Mas de una vez estuve apunto de secuestrarla, pero sabia que de llevar acabo aquella acción, terminaría con mis huesos en la cárcel, o, en el peor de los casos, me condenarían a muerte, pues las leyes que aplicaban en la dictadura de Franco, eran muy duras, y como casi siempre en un régimen absolutista, quienes tienen el poder son los que aplican la ley.








Última edición por Josan el Vie Sep 16, 2011 5:08 am, editado 3 veces
Volver arriba Ir abajo
Jaime Olate
Escritor activo
Escritor activo
Jaime Olate


Masculino
Capricornio Dragón
Cantidad de envíos : 2331
Fecha de nacimiento : 17/01/1941
Edad : 83
Localización : Santiago de Chile
Fecha de inscripción : 01/08/2008

RECONOCIMIENTOS
Mención Mención: -Escritor con textos DESTACADOS
Mención Mención: Lobo ,El Detective. Texto EXCEPCIONAL
Premios Premios: 1ºLugar Concurso "Ecología" parte Textos, Octubre de 2010

La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII Empty
MensajeTema: Re: La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII   La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII Icon_minitimeJue Ago 11, 2011 9:49 pm

Una aventura como para no olvidarla. A esa edad todos los varones debemos andar con cuidado, somos corderitos que pueden caer en las garras de las leonas.
Volver arriba Ir abajo
Josan
Escritor activo
Escritor activo
Josan


Masculino
Cantidad de envíos : 287
Fecha de inscripción : 28/12/2010

La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII Empty
MensajeTema: Re: La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII   La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII Icon_minitimeJue Ago 25, 2011 12:45 pm

Jaime, como siempre tan gentil y tan amble en mis letras amigo.
Respecto a mi novela y como dices, a la edad de nuestro protagonista debemos de tener especial cuidado para no caer en la red de la amante religiosa, que primero te deja hacer el amor para después devorarte jajajajaj.
Un abrazo y cuídate amigo, josan
Volver arriba Ir abajo
Contenido patrocinado





La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII Empty
MensajeTema: Re: La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII   La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII Icon_minitime

Volver arriba Ir abajo
 
La encrucijada de Arturo. Capítulo XVIII
Volver arriba 
Página 1 de 1.
 Temas similares
-
» La encrucijada de Arturo. Capítulo IX.
»  La encrucijada de Arturo. Capítulo X.
» La encrucijada de Arturo. Capítulo XI
»  La encrucijada de Arturo. Capítulo XIX
» La encrucijada de Arturo. Capítulo XII

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
LETRAS Y ALGO MAS :: NARRATIVA :: Novelas,Textos en capítulos,Obras de Teatro.-
Cambiar a: