Cóbrame niño

-Cobrate que tengo prisa

-Espere un momento señora que se acabo el rollo de la impresora

-Me da igual, tengo que poner la comida, aligera

-Señora por favor, espérese un segundo, ya termino

-Niño descarado, que me cobres, como llegue mi marido y no tenga puesta la mesa reclamare a tu jefe

-Señora, le repito de nuevo, no le puedo cobrar, hasta que acabe lo que estoy haciendo, la maquina no funciona

-Ramiro, el niño no me quiere cobrar, menudo manazas, con la prisa que tengo

-¿Qué le ocurre Soledad?

-Que el niño esta perdiendo el tiempo, no lo ves, lo hace a propósito, voy a dejar de venir a esta tienda, cada vez que entro, me hace lo mismo, el rollo, el rollo, lo hubiera cambiado esta mañana

-Soledad tenga usted un poco de paciencia, la impresora no funciona sin el papel y no tenemos mas remedio que cambiarlo.

-Que te digo yo que el niño calcula el tiempo, y cuando me ve entrar, pone la maquina esa para que se pare, vaya empleaduchos que tienes.

-Soledad, cálmese usted, como va a hacer el niño eso, cálmese, venga ya esta, ya le cobra

Pasa la compra, la introduce en las bolsas, dinero para acá, cambio para allá y Soledad se marcha con sus aspavientos.

-Vaya con el niño, vaya con el niño, si es que mi marido lo dice, no vayas mas a esa tienda, pero yo no caigo del burro, vaya con el niño.

El niño la mira desde la caja, mientras va pasando las compras de los demás clientes, se muerde la lengua, esta muy a gusto en su trabajo y no quiere perderlo, como su jefe Ramiro le dice, ?El cliente siempre lleva la razón?. Calma se dice, respira.

Soledad se encuentra en la puerta del supermercado con la vecina del quinto, hablan del perro, de la universidad de sus hijos, de la colada, de la Campanario, de la cogida del torero,??.

El niño, va sintiendo como en su interior un fuego de rabia le va creciendo.

-Después de la que me ha liado, la muy bruja.

Sigue la charla sobre telenovelas, después noticias varias, mas tarde la niña del 3º y el portero

El niño mira a la cliente con cara de pocos amigos, su enfado va en aumento, según transcurren los minutos. Diez, quince, veinte, cuarenta??

Soledad vuelve la cabeza y se da cuenta que la mira.
-Tu que miras, a lo tuyo, estos niños de hoy en día no tienen educación, que te importara a ti lo que yo estoy hablando, atiende bien a las clientes que es lo que tienes que hacer.

-Soledad, tengo que irme, mira la hora que es y aun no he hecho la compra

-Espera mujer, que prisa tienes, deja que te cuente

En la mano del muchacho había un bote de cristal de tomate frito que aun no había pasado su identificador código de barras por el scanner. No se sabe muy bien como, el abogado del chaval alego en el juicio locura transitoria, el artículo salio volando por los aires, impactando en la cabeza de Soledad.

Cuando llego la policía, la mujer yacía sobre un charco rojo, la mezcla de la salsa de tomate y sangre embadurnaba el asfalto, un teléfono móvil sonaba sin parar.

Uno de los agentes se agacho a recogerlo, en la pantalla un mensaje.

-Cariño, date prisa, tengo hambre.

¡Jo, Manu, es estupendo! Esstá logradísimo. Es verdad que hay muchas personas así, sobre todo mujeres. YO también le hubiera tirado el bote de tomate y después... le doy una patada, por cacho c.... ¡habrase visto...! (Salió mi vena malvada...)

Jejejje... es buenísimo, ya lo sabes... jo, cuánta razón, anda que no hay gente así, prepotente, listilla que consigue sacar de sus casillas a cualquier persona por muy tranquila que sea...
Genial tu forma de narrarlo... es como estar siendo testigo ocular de la escena.
Un beso, Sr. López.

Bueno, yo hubiera hecho lo mismo.
Buen cuento,se adivina el final,pero igual entretiene

Gracias Xanino, bueno fue uno de los primeros relatos que escribí y siempre me gusta recuperarlo, un abrazo

Gracias Marivi, bueno otro mas de mis intentos de ir aprendiendo, lo desempolve un poco del olvido, un beso

Gracias Mario, sabes a mi me paso algo parecido, sin tan trágico final, jjja, pero para evitarlo pues lo escribí, un saludo

La credibilidad de los personaje (muy bien logrados)
y del hecho en sí (cotidiano, lógico, bien hallado)
hacen un cuento breve y contundente
que nunca pierde frescura.
Sólo un escritor muy bien equilibrado logra esto.

Gracias por tu comentario, creo que viniendo de alguien tan versado en letras como tu es un orgullo para mis letras, un saludo antifaz

Un texto enriquecido con pasajes de la vida cotidiana. Es cierto Manuel, esto ocurre generalmente, es una lástima pero así es.

Y excelente ese pequeñín tan observador.. Un placer leerte. Me estaba perdiendo de este magnífico texto..

Un abrazo

Me parecio muy, pero muy bueno, Manuel. Me gusto mucho todo lo que dicen los dialogos de los personajes. Muy creible y contundente. Un abrazo, amigo,
Jose

Gracias Ethel, bueno , tuve un tiempo una tienda de alimentación y a veces ocurrían hechos similares, para evitarlos, es mejor escribirlos no??, un placer amiga tu visita, un abrazo

Gracias José, bueno uno escribe algunas veces ese sentimiento que no puede llevar acabo, jajja, mejor un cuento, un placer verte por aquí de nuevo amigo, un abrazo