Un amigo muy extraordinario.

Uno.











Perejil en el confín del universo.











Jueves 3 de setiembre, de tarde.





No lograba controlarse. Tanta emoción, tanta ansiedad, no era
el comportamiento propio de un explorador de su jerarquía. ¿Qué pensarían sus colegas si lo supieran? ¿Qué, las autoridades que le habían confiado la avanzada más importante de su civilización? ¡Sólo su madre estaría orgullosa!


Había llegado al confín del universo y estaba a un paso de
abrir definitivamente el horizonte del conocimiento.


Para eso había emprendido el viaje más audaz que la tecnología pudiera concebir, cubriendo la incalculable distancia mediante el método de avanzar y crecer progresivamente. Tantas veces había duplicado su tamaño, que ya no podría
encontrar su planeta aunque quisiera. Estaría por allí, en algún lugar infinitesimal, incólume en su propio espacio y ajeno a las perturbaciones siderales que causara su viaje, porque el universo tiene leyes indescifrables. Quizás estuviese dentro del mismo módulo o incluso en su propio organismo. Él prefería esto, sentir que lo llevaba consigo hacia el conocimiento supremo.


¿Encontraría otra forma de vida inteligente? Ése sería el premio mayor de su exploración.


Al principio su viaje había sido fácil, nada impedía su perpetuo crecimiento. Pero al encontrar materia sólida, ya no pudo crecer sin destruirse y hubo de navegar por los intersticios disponibles. Esta etapa del viaje insumió dos tercios del
mismo, con la angustia de que si no la encontraba una salida, su misión habría sido en vano.


¡Pero había llegado! El módulo se había atascado en la abertura de un nuevo universo y él debía controlarse para estar a la altura del descubrimiento.


Se obligó a chequear una vez más todas las funciones del módulo, su posición y las condiciones exteriores. Óptimas, no había excusa para no iniciar la fase final. Programó la salida de la antena recolectora de información y, aunque no era lo más ortodoxo, midió el tiempo que demoraba la operación con los latidos de su corazón.








Simultáneamente.





Doña Gladys necesitaba un manojo de perejil para cocinar la
cena y abrió la puerta trasera de su casa. Quito salió corriendo.


-¡Perro del demonio, me vas a hacer caer! –rezongó.


Quito fue hasta la esquina del galpón. Ladraba, olfateaba, gruñía, manoteaba, volvía a ladrar.


-¡Quito, dejá esos ratones en paz! –le gritó.


Doña Gladys se aferró a un pasamanos de la escalera de hierro y comenzó a descender al patio. Los escalones crujieron bajo su peso. El gato también salió y con la cola peluda bien en alto, se frotó contra las piernas de su dueña maullando
cariñosamente.


-¡Grillito!, ¿vos también? ¡Qué me vas a tirar! –volvió a rezongar.


Mientras buscaba el cuchillo viejo, que apareció en una maceta de alegrías, doña Gladys ojeaba a diestra y siniestra las muchas cosas que tendría que ordenar en ese fondo algún día.


-¡Qué cosa bárbara; caramba! –decía.


Luego se dirigió a la quintita, se arrodilló trabajosamente junto al cantero de perejil y pasó la mano sobre las fragantes matas para elegir la mejor. Entonces vio el agujero.


-¡Una cueva de araña! –se asustó.


Las arañas eran el único animal que le causaba repulsión. Pidió perdón a Diosito, cortó apresuradamente un manojo de perejil y clavó el cuchillo allí mismo en el agujero.


Después se incorporó con dificultad, se quejó de sus rodillas y volvió a la casa para cocinar la cena.








Entonces.





El módulo crujió en toda su estructura, se hundió de costado y le hizo perder el equilibrio. Se quedó paralizado tal como cayera, alumbrado únicamente por las luces de alerta máxima. Temía que el más mínimo movimiento fuese su fin.


Recién después de un largo rato se animó a incorporarse para evaluar su situación. Era precaria. Muchos conceptos pasaron por su mente brillante en ese lapso. El último, una execrable maldición a su terrible mala suerte. La misión había fracasado, estaba indefenso.


No quería imaginar su destino, si es que tenía. En el mejor de los casos habría de morir allí, a una inimaginable distancia de su planeta que sin embargo estaba tan cerca. ¡Qué lástima, llegar al confín del universo para fracasar!


¿Pero qué es lo que había sucedido?

GUAU Y YO QUE PEDIA A GRITOS UN CUENTO PARA ENTRETENERME,ME DISTE PA QUE TENGA Y PA QUE LLEVE JAJAJA

BUENO, A VER, PRIMERO ME ENCANTO ESE JUEGO DE DOS PLANOS, SIMULTANEOS, CASI COMO DOS MUNDOS PARALELOS, AUNQUE CUANDO COMENCE A LEER PENSE EN UN SER HUMANO COMUN QUE COMENZABA A ENFRENTARSE AL MUNDO DE LA ADULTEZ QUE HABIA CRECIDO PROGRESIVAMENTE, Y QUE YA HABIA LLEGADO A UN PUNTO DE DAR EL ULTIMO PASO AL DESCUBRIMIENTO PERSONAL...POR AHI IBA GENIAL, ME SENTI SUPER COMODO CON ESE DISCURRIR Y BUSCARLE UN SENTIDO METAFORICO AL RELATO.
AHORA APARECE GLADYS,JAJAJA PERDON PERO YO VI A POE CORTANDO PEREJIL,JAJAJA CREO QUE ACTUA DE LA MISMA FORMA ( ES QUE SON TAN PREDECIBLES LAS MUJERES?),JA SIEMPRE DEJA ESE CUCHILLO VIEJO EN ALGUNA MACETA, Y CADA VEZ QUE VA A LA HUERTA DICE LO MISMO UFF, TENGO QUE ARREGLAR ESTO,JAJAJAJA TE JURO COMPAÑERO QUE ESA PARTE DEL RELATO LA VIVO BASTANTE SEGUIDO POR LO CUAL ME PARECIO DIVERTIDA, LA ENTENDI Y MUY COTIDIANA....Y LA CLAVE ESTA, EN ESE CLAVAR DEL CUCHILLO EN LA TIERRA, AHI TUVE QUE VOLVER CUANDO LEI EL RESTO DEL RELATO
JA , Y AHI TODO SE VOLVIO FANTASTICO, ADIOS MI TEORIA DEL CRECIMIENTO PERSONAL Y DEMAS COSAS, VI UN MUNDO DIFERENTE DENTRO DEL HUECO QUE GLADYS CREYO DE ARAÑA, VI A UN TIPO COMPLICADO POR UNA SITUACION INESPERADA QUE LE CORTO EL PASO ( UN CUCHILLO), SENTI GANAS DE INVESTIGAR CADA HUECO DEL FONDO DE MI CASA PARA DESCUBRIR ESE MUNDO,COMO EN EL PAIS DE LOS GIGANTES ( TE ACORDAS DE ESA SERIE),(OBVIO QUE NI PIENSO EN REVOLVER HUECOS, DESPUES ME ANDAN PUTEANDO,PERO NO ME FALTARON GANAS JA)
LA VERDAD QUE EL CUENTO ES GENIAL, Y AHORA SI TENGO PARA PENSAR,IMAGINAR, SENTIR.
¿QUE HABRA SUCEDIDO? ESA PREGUNTA FINAL LA ROMPE, HACES QUE CUANDO LEEA TENGA QUE ENGANCHARME Y DARLE UN FINAL...QUE TODAVIA NO PUDE, TE ASEGURO,POR QUE HAY COSAS QUE SE ME CRUZAN JA, COMO SI EL DEL HUECO NO SERIA UNA ARAÑA DE VERDAD JAJAJA, PERO MUY INTELIGENTE, COMO UNAS QUE MIRA CANDELARIA EN LA TELE EN DISCOVERID KID, QUE SON TODOS INSECTOS EN DIBUJITO MUY INTELEIGENTES, HASTA CANTA EL DON ARAÑO JAJAJA

COMO VES, EN LA ULTIMA PARTE DEL CUENTO,ME DESCOLOCASTE Y AQUI ESTOY,FASCINADO CON EL RELATO Y PARLOTEANDO COMO UN NABO.
ME ENCANTO ,DE VERDAD QUE ME GUSTO ESTE CUENTO

Sabes compañero. Leyendo este cuento se me ocurrió pensar que en el confín del mundo se puede encontrar la puerta del universo y que atravesándola con un cuchillo viejo como hizo Doña Gladys se entra en otra dimensión. Los aparatos enloquecen, se encienden los televisores, los celulares. Los discos vuelan por el aire y hasta llegan mensajes de textos preguntándole a Doña Gladys por el profesor. ¿Que pasó? Es que a veces según donde se entierre un cuchillo las naves suelen ponerse de costado y encender las luces de emergencia entrando al sueño de algunos enamorados que pretenden también explorar en el corazón de niñas como Mariana.

Perdóname amigo pero las cuevas de arañas me ponen de la cabeza.
Un abrazo

lo que ha logrado este cuento se refleja en los comentarios y demuestra lo bien que esta hecho,pues su impacto en el lector es increible.
La narrativa es dinamica, amable, que gusta al lector y llega muy bien.
Se ven esos dos mundillos paralelos unidos por ese cuchillo, que en un plano representa el lograr condimentar la comidda, es decir ser sutento, y en el otro corta los sueños y las espectativas de alguien que casi logra abarcar el conocimiento universal (pero debía ser así, frustrado,para no parecerse a un dios)
Lo que me llama la atención y no se mucho como relacionarlo con todo es el titulo...
"un amigo extraordinario"....¿de quién? de Gladys, del autor, del lector....continua este relato?.
Yo como siempre molestando con mis interrogantes ja, disculpeme