EL VENDEDOR DE FRUTAS

Tema: EL VENDEDOR DE FRUTAS Vie Jun 18, 2010 7:24 am

Mientras el alba despuntaba silenciosa sobre los rascacielos, una leve llovizna acariciaba los raidos techos de cartón asentados en los suburbios.
Calle abajo: allá donde mueren los arroyos, Luis inició el día con un canto. Aunque la noche había sido lluviosa, su mujer no tuvo necesidad de levantarse en la noche a colocar calderos y ollas para aparar goteras. La tarde anterior, él había cubierto el techo con un enorme plástico.

Casi siempre así empezaba su día.

Se levantaba, besaba a su mujer y con un foco de mano revisaba minuciosamente el rancho para cerciorarse que los mochos no hubieran robado en la noche sus pocas pertenencias.

Todo estaba en orden. Los mechones, las ollas, los platos, el fogón de querosene y su carreta.

-Si, todo en orden-

Los mochos eran el terror de aquel sector que se parecía más a un muladar que a un lugar apto para vivir. Allí cohabitaban varias familias en condiciones deplorables la mayoría campesinos desplazados.

El término suburbio lo había ojeado Luis varias veces mientras algunos de sus clientes leían el diario sentados cómodamente disfrutando de un habano.
Era un término extraño…con el tiempo aprendió a ignorarlo.
Sabía que vivir allí era una realidad que obligadamente tenía que aceptar.

Fruuuuuuuuuuuuuuuuuuuuutasssssssssssssssssssssssssssssssssssss

Ese era su canto…llevaba mas de un año entonándolo repetidas veces mientras empujaba calle arriba su carreta.

Cuando inició el negocio, le apenaba y sólo lograba venderle a desprevenidos transeúntes. Casi todas las tardes llegaba a su rancho con las mismas frutas. Mabel su mujer; una nativa que a pesar de la miseria aun conservaba su rostro de niña, le miraba desconsolada…

Una tarde al verlo llegar, salió a su encuentro. Al filo del medio mientras dormía, soñó que su marido había vendido todo y que le había traído una enorme porción de carne con patatas y una manzana; pero al verlo con su carreta otra vez repleta de frutas, entró en llanto…Ese fue el día más amargo para Luis.
No solo se sintió miserable, sino indigno.

Indigno de Mabel
Indigno de todo.

Esa noche no durmió pero antes de que el alba asomara, empujó su carreta con toda fuerza y lleno de coraje desafiándose así mismo, empezó el día canturreando:

FFFruuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuutAAAAssssssssssssssss.

La voz emergía de su garganta como si estuviese poseída de magia para llamar a la gente.

Sin darse cuenta, lo rodearon varias personas que querían comprarle y en menos de dos horas su carreta quedó vacía…

No entendía nada.
No había comprendido nada…parecía un sueño.

Ahora que la lluvia no había hecho destrozos en su rancho y que contaba con unos ahorros que destinaría para darle una agradable sorpresa a su mujer cuando acabara el día, miró orgulloso su carreta; con la llegada del sol, luciría a reventar mostrando airosa sus piñas, manzanas, moras, banana, sandías y melones.

Frrruutasssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss

Tema: Re: EL VENDEDOR DE FRUTAS Vie Jun 18, 2010 8:07 pm

Un cuento que nos deja pensando ¿habrá sido sus ganas de progreso estimulada por la miseria la que lleno de fuera su grito ofreciendo la fruta lo que cambio su destino?

Un cuento que nos deja un motivo para la reflexión

Lo disfruté, Gracias.

Tema: Re: EL VENDEDOR DE FRUTAS Miér Jun 23, 2010 7:49 pm

GRACIAS RICARDO

SI.

CREO QUE INVITA A LA REFLEXIÒN.

UN ABRAZO

» Mandalas (piedras, verduras y frutas)
» Vendedor Gallego
» Vendedor Nato
» Vendedor de sueños (a ustedes)
» El Vendedor de Pájaros y el Loro. (Fábula).