EL LIBRO DIGITAL EN eSPAÑA: ACTO Y CONSECUENCIAS.

Las personas que siempre hemos considerado al libro tradicional como casi una parte de nosotros mismos o como un miembro más - en cuanto a compañía en todo momento - en nuetra casa estamos en estos momentos a mitad de camino entre esperanzados y/o desconcertados con lo que ya representa la llegada a nuestras manos del Libro Digital o eBookk ( Electronic Book ). Esperanzado por las - al menos supuestas - ventajas que este libro nos puede dar en cuanto a ventajas de toda índole con respecto al libro tradicional y de toda la vida; y desconcertado por ver cómo ya antes de que sea una realidad definitiva ya son muchos los problemas e intereses que hay entre todas las partes implicadas por ver cómo y de qué manera se le saca mas beneficio económico a costa del lector que es en definitiva el que va a hacer que este nuevo producto triunfe en el mercado.

Por el momento ya sabemos que en el 2009 la venta del eBook en españa sumó más de 250.000 descargas ( uno de los caballos de Troya y que más preocupación está dando a escritores y editores ) y 100.000 dispositivos lectores. La guerra está y va de todos contra todos, nadie se mueve sin saber cómo y hacia qué lugar se mueve el otro que también anda en el mismo mercado ( todo se revuelve a cómo coger el mercado de manera que pueda hacerse con éste en las mayores ventajas con respecto al contrario empresariamente sin pararse a pensar nunca, o casi nunca en el lector ). Lo que sí dicen unos y otros es que si al final las ofertas de novedades al fin se amplían y se ajustan los precios ( hacia la baja, claro ) el gran negocio del eBook explosionará definitivamente en españa en el presente 2010.

Por lo que llevo leyendo últimamente en este campo todo se reduce ( al menos cara al cliente de la calle ) a un imparable baile de comunicados de unos y de otros, tremendas disputas públicas y privadas, acuerdos y desacuerdos y en medio de ellas tremendas traiciones así como también toneladas y toneladas de anuncios sobre
futuros productos y ventajas al respecto y que, por el momento, nadie asegura de que vayan a estar en la calle y ahí podría quedar todo sin más.

Todos los que tienen algo que decir sobre este campo del libro digital lo que más están haciendo ahora es observar qué dice y cómo lo dice el "enemigo" del sector para afinar su artillería mediática y contestar o contrarrestar los argumentos; así está la cosa y en medio de todo esto sólo nos cabe esperar ver qué hacen para actuar nosotros, los beneficiarios. Lo que unos y otros más temen es que la digitalización les arrebate el mercado y les haga picadillo del fino el negocio que tienen entre manos como así ocurrió con la discografía y con la que han sacado la suficiente experiencia, negativa, para que este negocio ahora no les crea el mismo problema.

Muchos se preguntan qué futuro tiene el libro tradicional y si éste sobrevivirá a esta guerra a la que está sometido a varias bandas. Yo opino que, para bien o para mal, este modelo se impondrá a largo plazo, seguro. Sólo hay que ver una cosa elemental: el ser humano siempre tendrá necesidad de saber, de adquirir conocimientos y el método, a largo plazo, será lo menos importante; aún seremos muchos los que resistiremos al encanto del libro que de toda la vida hemos conocido, al gusto del roce con sus hojas, a su olor y muchas otras connotaciones que de siempre hemos sentido cuando nos ha acompañado a todas partes. Serán nuestros hijos los que nos lo impondrán a la fuerza y los que harán que nos acostumbremos a ellos.

Por el momento y mientra los principales interesados en el "mercadeo" de la materia se ponen de acuerdo en cuanto a precios, porcentajes, ganancias, derechos de autor y otras jergas del contenido podemos aún seguir con el libro de toda la vida y digo que a éste aún le queda una genaración, o dos, de vida y es por ello que aún vale la pena ser fiel a lo que hemos tenido y seguimos teniendo hasta hoy.

A todo esto sobre este libro, me llama poderosamente la atención un acertado comentario que al respecto hace Daniel Arjona en la revista El Cultural cuando dice, acertadamente, que este libro-producto como tal también deja al descubierto un poco cómo es la sociedad española, la empresarial concretamente, cuando dice y habla de lo que todo esto genera. Nos recuerda Daniel una frase de grandísimo escritor Larra ( que se suicidó antes de los 40 años asqueado de la sociedad en la que estaba metido ) y que decía: "esccribir en españa es llorar" a la cual otros también dijeron y dejaron escrito que escribir también era "delinquir". En el fondo lo que persiguen esta gente del invento no es que la gente lea más y mejos, ni que tenga mejores accesos a la lectura; jamás nunca a las editoriales españolas les ha importado un carajo si leen o no los españoles, así como tampoco qué leen ( o sí...viendo el nivel cultural que arrastran y las carencias que soportan ). Lo que cuenta para ellos es el montalte económico que hay por mediio.

Yo opino que en este caso el problema no debería ser - en absoluto - económico sino moral. Lo que ocurre es que, como bien dijera el escritor español Pérez Reverte recientemente, "españa es un país gozosamente inculto" y es de ahí de donde sale todos los males y en todas las direcciones: unos lo sufre y otros lo aprovecha... Un país de pillos donde unos trabajan desde el convencimiento de que lo que hace es beneficioso para todos y otros desde la represión cultural de la cual también se obtiene beneficios.

En este último sentido no hay dudas de que españa, desde siempre y ahí está su "historia" para comprobarlo, el que lo quiera hacer, es un país pionero y original que fie a su tradición de mitificación del bandolerismo ha elegido siempre llevar a la cárcel al autor que reparte conocimiento y para ejemplo se debería saber casos como que la Corona de su momento llevó al fondo de las mas oscuras masmorras nada más y nada menos que al más grandes de sus escritores, según dicen, y que fue el mismísimo Miguel de Cervantes, autor del El Quijote, así como encarcelar también a Santa Teresa de Jesús mujer culta y santa por sus actos, provocó el exilio de hombres como Goya, Juan Ramón, Machado, ridiculizó y ofendió a otros como a D. Benito Pérez Galdós al que impidió que acudiera a recibir el Premio Nóbel de Literatura por el que fue nominado pero que el abuelo del actual rey de españa hizo que no se le concediera e incluso le impidió ir como simple invitado a ceremonia del acto, asesinó al mas grande poeta del pasado siglo xx, García Lorca, del cual aún hoy y en pleno siglo XXI aún no se ha encontrado la fosa donde fue enterrado por sus asesinos y que hoy la actual Justicia, heredera de aquella dictadura, prohibe y persigue a quien quiere saber dónde están sus huesos...en fín.

Teknarit, África.

...aún seremos muchos los que resistiremos al encanto del libro que de toda la vida hemos conocido, al gusto del roce con sus hojas, a su olor y muchas otras connotaciones que de siempre hemos sentido cuando nos ha acompañado a todas partes. Serán nuestros hijos los que nos lo impondrán a la fuerza y los que harán que nos acostumbremos a ellos.(TEKNARIT)

Tiempo al tiempo...Creo que el aroma de los buenos libros no se puede perder.Mil veces prefiero oler papel al leer un libro,oir el ruido que produce el pasar sus hojas...
Habrá que estudiar además para leer el libro digital y mirar las instruciones técnicas ,ja!
El "aparatito "en cuestión creo que cuesta unos 200 euros,una pasta sin duda,dicen que tiene más posibilidades:por ejemplo ,pasar de la léctura plana a la experiencia tridimensional,será algo increible...
Me puedo imaginar Alicia en el pais de las Maravillas en formato digital 3-D...
Aún así me quedo con los libros de papel,inseparables compañeros de viaje,de noches en vela y de momentos únicos.

¡¡Abrazos de flores aterciopeladas!!

Gracias por tus palabras, Pétalos. Digo que no sólo seremos muchos los que aún seguiremos leyendo el libro tradicional sino que y aún por mucho tiempo seguiremos siendo mayoría.

Tener un libro en las manos y/o tenerlo en la biblioteca y cogerlo con los dedos, acariciarlo y ver cómo sus hojas se amarillan que es como si nuestro pelo se vuelve blanco es también acariciar un poco la historia o muchas historias juntas de hechos que han ocurrido e incluso de las personas que han tocado, leído, tenido y disfrutado ése libro.

Tener libros en casa, por cualquier esquina colocados en orden o en desorden es sentirse acompañado, seguro de con "algo" o con alguien puedes hablar e incluso sentir. Yo nunca abandonaré a mis libros porque ellos nunca, hasta ahora, me han abandonado a mi y no creo que lo hagan; han sido mis más fieles acompañantes allá por donde he pasado, a donde he llegado y donde he vivido. Siempre.

Lo primero que me enseñaron los libros fue a escribir, lo hicieron mejor que todos los profesores que tuve. Me enseñaron también que el conocimiento no es ni debe ser nunca algo así como un objeto de propiedad sino algo que toca de compartir. Leer es, ha sido, para mi y desde la niñez, como una necesidad tan apremiante que obliga -que me ha obligado- a escribir para seguir leyendo.

Viviendo en Barcelona, con apenas algo más de 17 años y antes de irme a Londres donde viví dos años, sentí la necesidad por primera vez de escribir; sentí que tenía que hacerlo o estallaba algo dentro de mi. La lectura primero y la escritura después me enseñaron a combatir la soledad de vivir los muchos años que tuve que estar en Europa.

Nunca he rehusado de comprar libros de segunda mano, casi diría que me gustan al menos tanto como los de primera mano.En ellos veo y siento algo que no encuentro en los que compro de primera mano y en las librerías especializadas: veo el sabor de la nostagia y el cariño de saber que ésos libros pasaron por otras manos, que fueron atendidos y entendidos antes por otras personas y que éstas decidieron cederlos o venderlos en adopción para que otros les siguiéramos dándole vida acogiéndolos en nuestras casas y teniéndolos en nuestras manos como si de unos hijos adoptados se trataran, para que no murieran abandonados y en la calle...

Quizás el libro algún día sirva para adornar una casa más que para ser leídos; pero estoy convencido de que aún así tendrán siempre la importancia que se merecen, por lo que han supuesto para nosotros las personas de ayer y hoy y para los que mañana siempre sepan apreciarlos que seguro que aún y por muchísimo más tiempo aún seremos mayoría. Seguro de que sí.

Teknarit, África.

Hablas con tánto cariño de los libros!escribes con tanta admiración por ellos!...
que al leerte una percibe como trasmites magistralmente que :por tus venas fluyen palabras ,envueltas de sentimiento recorriendo con carga de sabiduria por tu interior...y contagias!!
Se siente tu amor palpitante por la lectura y los libros deliciosa exquisitez y cómo durante años has ido recogiendo en miles de libros que has
leido:conocimiento ,sabiduria,ricas experiencias,y puro placer de leer, etc... y las compartes con los demás de buen grado.
Sabes ver y además describes maravillosamente, la rica envoltura que impregna y atrapa el papel, de nostalgias ,sensaciones y cariño...

El libro digital se impondrá ,si nosotros los lectores déjamos que sea así,de lo contrario,nuestras lecturas seguirán como hasta ahora:con un libro entre las manos.

¡¡Abrazos de pétalos de nácar!!

Tek, me ha gustado mucho tu artículo y esta frase como tantas otras, me la quiero robar:

"Tener un libro en las manos y/o tenerlo en la biblioteca y cogerlo con
los dedos, acariciarlo y ver cómo sus hojas se amarillan que es como si
nuestro pelo se vuelve blanco es también acariciar un poco la historia o
muchas historias juntas de hechos que han ocurrido e incluso de las
personas que han tocado, leído, tenido y disfrutado ése libro".

He sido testigo y casi mamá del nacimiento de muchossss libros, trabajé en una editorial universitaria durante 28 años dedicada a la producción de ellos, es quizás el proceso más lindo que existe, en cada paso uno se maravilla, y con el desarrollo de la tecnología mucho más, es como un cuento de hadas que se va formando poco a poco. Es la ansiedad, la esperanza de saber que va a nacer una obra en la cual participan no solo padre y madre, sino quienes están inmersos en el proceso. Tener el primer ejemplar en las manos es un momento !grande!.
Los libros digitales los aprecio pero no me atrae mucho la idea de sentarme horas y horas leyendo frente a una pantalla, se que se manejan menos costos, se favorece el medio ambiente, pero no hay como un libro entre las manos, sentir la textura del papel, leerlo, releerlo, oler sus páginas, apreciar su diseño, el de la carátula y por supuesto cuando se ha participado en el proceso de producción de ellos, imaginar la magia que hay detrás de cada ejemplar que tienes en tus manos.
A veces siento dolor cuando veo un libro desbaratado, roto o tirado, es para mí un acto de inconsciencia. Y no creo que el libro digital acabe con el libro físico.

Un placer...

Corazón, alma y entendimiento hay en tus letras...Y éso se aprecia, yo lo aprecio. Gracias.

Teknarit, África.

Ya he planteado este tema antes con algunos amigos y creo que acá podría aplicar las mismas palabras:

Nunca una pantalla portátil va a superar los siglos de historia que hay en los libros, estos tienen mucho tiempo por recorrer hasta que alguna tecnología los reemplace en su totalidad. Más allá de las gratificantes sensaciones que da un libro al estar en las manos de sentir la textura de las hojas y su olor a tiempo que trae más de una memoria, por una cuestión de vista el libro es muchas veces más preferible. Por cuestion de vista me refiero a que un libro no te atrofia la visión por estar mucho tiempo leyéndolo, a lo sumo te da un dolor de cabeza que se va con una aspirina; pero estar horas viendo una pantalla a la larga termina arruinando los ojos y creo que esa razón es fundamental para que muchas personas prefieran todavía los libros.

Y como dije antes, no hay pantallita que se compare a las cosas que transmite un libro de verdad.

Saludos.